El hecho de que el acceso a las redes sociales por parte de los niños resulta tan sencillo como sacar el móvil del bolsillo y empezar a interactuar hace que resulte mucho más complicado a los padres mantener un control sobre el uso que hacen de ellas. Se trata de una evidencia a la que se deben enfrentar los progenitores quienes, para combatir esa preocupación que generan deben, según expone Paz Lloria, llevar a cabo un ejercicio de «educación responsable».
Así lo explicó ayer la profesora titular de Derecho Penal y codirectora del máster oficial en Derecho y Violencia de Género que imparte la Universitat de València, y que imparte el curso «Dret penal i TIC. Algunes qüestions sobre ciberdelinqüència», en el marco de la 32 edición de la Universitat d'Estiu de Gandia.
La experta no se mostró partidaria de la «prohibición» del uso de los sistemas digitales de comunicación por parte de los padres hacia sus hijos. «Las medidas no están en el control o prohibición sino en el ejercicio de una educación responsable», señaló.
Esa educación debe ir encaminada a que los pequeños sepan detectar los peligros que les acechan en herramientas como Twitter o Facebook. «Igual que a los niños les decíamos antes que si les ofrecían caramelos por la calle no los cogieran les debemos enseñar que en el entorno digital no deben contactar con nadie que no conozcan en la vida real».
Para ello, explicó Lloria, los padres «deben hacer acompañamiento», mientras que en las escuelas «se debe impartir formación». La clave está en que los usuarios más pequeños «sepan ser asertivos y si encuentran algo que les genera inquietud deben ponerlo en conocimiento de sus padres».
El curso que imparte Lloria trata de hacer, según explicó, una aproximación al gran número de delitos que se cometen a través de las herramientas digitales, en especial aquellos que han nacido de forma específica en este entorno como puede ser el «sexting», que es la publicación de imágenes comprometedores sin el consentimiento de la otra persona, o el «phising», el intento de obtención de datos bancarios.
Otro de los ámbitos tecnológicos importantes en los que se centra el curso son los delitos que se cometen teniendo como victimas bien a menores o bien a mujeres, que pueden sufrir situaciones de violencia de genero en el entorno digital.
Respecto a esto, Lloria explicó que en los últimos años se ha producido un repunte de las amenazas, coacciones y vejaciones «que antes quedaban en el ámbito de la intimidad pero que a partir de la generalización del uso de las nuevas tecnologías resultan más graves precisamente por el hecho de que se desarrollan por ese medio».
La experta habló también de la seguridad en la compra a través de internet. Recomendó «elegir formas de pago seguro como la plataforma PayPal» y buscar páginas «que sean conocidas o que dispongan del candado que señala que es segura».
Lloria señaló que el curso llega en un momento en que acaba de entrar en vigor la reforma del código penal (el pasado 1 de julio) «que, a diferencia del anterior, ya refleja estas nuevas formas de delincuencia, por lo que resulta interesante hacer un primer análisis», señaló.
