Adaptarse o morir. Esa era la esperanza que le quedaba a la Universitat d'Estiu de Gandia (UEG) para no caer en el olvido y sus gestores la han cumplido a rajatabla. Tras varios años con una importante sangría de alumnos, motivada por la implantación del modelo Bolonia que extinguía la obligatoriedad de cursar créditos de libre configuración con programas de formación externos, la de este 2015 ha sido la edición que ha consolidado la recuperación de una oferta que cumplía 32 años. El cambio de modelo de la UEG (pasando de dos a una semana) y la búsqueda de temáticas interesantes y de actualidad para sus cursos, ha sido clave.
Cerca de 600 alumnos, más o menos los mismos que en 2014 y el doble que 2013, han pasado durante ocho días por las aulas del Centre Internacional de Gandia de la Universitat de València, ubicadas en el edificio de la calle Tossal. Además, de media, unas 70 personas han presenciado las conferencias abiertas que cada tarde se celebraban en el salón de plenos de la Casa de la Marquesa.
Las cifras, según expresó ayer el director del CIG, Josep Montesinos, son positivas, y más cuando el único afán de quienes acuden es ampliar su formación, conocer nuevas disciplinas o ampliar su currículum de cara a encontrar un trabajo y no lograr créditos. Los números con los que se cierra la presente edición son para Montesinos «un indicador de éxito, ya que, después de la bajada en el número de participantes por culpa del cambio de planes de estudios hemos logrado mantener el número del año pasado».
El director del CIG explicó que en la edición de este verano han participado estudiantes de todas las universidades valencianas «pero también profesionales, que buscan ampliar sus campos, y parados que necesitan formarse para tener mayor acceso a las oportunidades», dijo Montesinos.
Han sido una veintena de cursos en los que se han tratado ramas como la comunicación, finanzas, sanidad, empresa, ciencia o arte, entre muchas otras.
Montesinos explicó que, probablemente, una de las claves del éxito de los dos últimos años ha estado en la forma en que la Universitat de València ha comunicado los cursos. «Hemos cogido todo el programa y, curso por curso, los hemos publicitado en espacios que frecuentan personas interesadas esos programas concretos», indicó el director del CIG.
Según Josep Montesinos, pese a que el modelo actual tiene éxito, la Universitat de València introducirá novedades. «Hay que buscar nuevos públicos y pensar en la introducción de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) e indagar en los campos de formación permanente», señaló.
