La empresa Aguas de Valencia, concesionaria del servicio de captación y distribución de agua potable en la ciudad de Gandia, se ha visto obligada a presentar un proyecto valorado en más de dos millones de euros consistente en la colocación de dos filtros de carbón activo para la eliminación de restos de plaguicidas que se han detectado en el líquido que se extrae de los pozos que suministran a toda la ciudad.
Esta actuación se financiará mediante la prórroga de una cuota transitoria que todos los gandienses pagan desde hace más de diez años, cuando se construyeron las dos grandes potabilizadoras de la ciudad.
Según ha podido saber este periódico, el problema se detectó hace más de un año, cuando los análisis del agua subterránea revelaron la presencia de niveles bajos de herbicidas, en concreto un miligramo por litro de sustancias como el el terbumetón. Esa cifra está por debajo de los límites máximos establecidos por la ley que regula la calidad del agua que se distribuye a la población, pero tanto la empresa Aguas de Valencia como el Ayuntamiento de Gandia consideran que lo importante es prevenir y que hay que actuar antes de que el problema pueda agravarse.
Así, la empresa suministradora presentó al consistorio su solución, que consiste en instalar un filtro de carbón activo en la planta potabilizadora de Falconera, situada junto a los campos de fútbol de Roís de Corella, y otro en la planta de l'Ull de Bou, que está en el polígono Alcodar. Los informes técnicos aseguran que esos filtros eliminarán los restos de herbicida aparecidos en el agua.
Según señalan fuentes municipales consultadas ayer por este periódico, ahora solo falta que la Comisión de Precios de la Generalitat autorice al mantenimiento de la tarifa transitoria destinada a financiar esos más de dos millones de euros, pero nadie duda de que así será porque se trata de garantizar la calidad del agua potable que Gandia distribuye. La previsión es que los filtros se instalen en cuestión de semanas. En cualquier caso los técnicos insisten en que el agua de Gandia sigue siendo plenamente potable y que la medida se adopta para que así siga siendo.
Cortes en la Ribera Alta
La presencia de restos de herbicidas en el agua de Gandia es bajo y en ningún momento se ha llegado a la gravedad del problema que desde hace años se registra en varias localidades de la Ribera Alta, donde el uso de esos productos para acabar con las malas hierbas en los campos agrícolas también es masivo.
Hace dos años las autoridades se vieron en la obligación de cortar el suministro en Corbera y Llaurí, mientras que en las ciudades de Alzira y Carcaixent se sigue buscando soluciones a la alta presencia de nitratos disueltos, fruto, igualmente, de la utilización de abonos químicos en la agricultura que se filtran hasta los acuíferos que alimentan a la población.
