Los alcaldes de la Vall d'Albaida y la Costera, alentados por los de Xàtiva y Ontinyent, ya han decidido, con la Generalitat, que no se construya la macroplanta de tratamiento y vertedero proyectado en el término de Llanera de Ranes y adjudicado a la empresa Vytrusa.
Esa resolución, que se temía desde que el PSPV y Compromís alcanzaron la mayoría de las alcaldías de ambas comarcas, así como los gobiernos de la Generalitat y de la diputación, abre dos enormes interrogantes que causan muchos quebraderos de cabeza.
Por una parte se desconoce qué coste puede tener que el COR anule, si finalmente se produce, la adjudicación a Vytrusa de una instalación valorada inicialmente en más de 90 millones de euros. La empresa podría incluso pedir indemnizaciones millonarias que no han sido valoradas en ningún informe.
En segundo lugar, en la Vall d'Albaida y la Costera se apunta ahora a un nuevo modelo de gestión que incluiría pequeñas plantas de tratamiento en cada una de las comarcas. De ser así, la más perjudicada sería la Safor, un territorio densamente poblado en el que resulta casi imposible encontrar un espacio donde ubicar una instalación que, a buen seguro, causaría rechazo.
Los alcaldes de la Safor quieren que todo eso se aclare antes de que el COR dé los primeros pasos de la «nueva gestión».
