Aunque no lo parezca, porque casi ha dejado de ser noticia, en la comarca de la Safor sigue habiendo familias y empresas que pierden sus propiedades por no poder hacer frente a las hipotecas que un día suscribieron para adquirirlas. Según una información a la que ha tenido acceso este periódico, solo desde finales de noviembre hasta el próximo 31 de diciembre está previsto que los juzgados de Gandia ejecuten casi un centenar de órdenes de desahucio en distintos municipios.
De media, sale a casi dos desahucios por día los que se registrarán de aquí a que la última uva marque la campanada que pondrá punto y final al 2015. Desgraciadamente, ese gesto simbólico de dar el salto de un año a otro no será suficiente y, tras la tregua del turrón, las comilonas, el chin chin de las copas de champán y la apertura de los regalos de Reyes, decenas de personas seguirán viendo cómo se esfuman los sueños que un día depositaron en sus viviendas.
Solo en Gandia, hasta finales de año están previstos, según la información judicial, un total de 27 desahucios.
No en todas ellas vive una familia o es la única vivienda de que disponen. Varios de los desahucios se harán sobre casas o pisos vacíos, y en algunos casos las negociaciones o la acción de los ayuntamientos y abogados podrán suspender el lanzamiento siempre que los propietarios cuenten con el asesoramiento adecuado.
De toda la Safor el municipio que se lleva la palma del carrusel de desahucios en el último mes del año es Oliva. Durante el mes de diciembre están previstos 37 lanzamientos en esta ciudad. Existen, en este caso, promociones enteras de viviendas que se ejecutan de manera individual y que afectan, en la mayor parte de los casos, a empresas constructoras. Los desahucios referidos en la información judicial son pisos, casas, chalets, locales comerciales y garajes.
También hay previstos otros dos lanzamientos en Bellreguard en viviendas valordas en 145.000 y 129.000 euros aproximadamente. Oros municipios en los que se prevén ejecuciones hipotecarias son Villalonga, Ador y Barx, entre otros. El total de las órdenes, por tanto, superará las 80.
Con estos últimos desahucios, la comarca finalizará un año que, si bien no ha sido el peor, tampoco se quedará detrás en lo que se refiere al número de pérdidas de viviendas por impago.
No en vano, cabe señalar que la Plataforma d'Afectats per la Hipoteca (PAH) de la Safor-Valldigna sigue reuniéndose cada lunes y recibiendo a personas que reclaman ayuda para evitar perder sus viviendas. Un buen número de ellos son extranjeros a los que un día, en aquellos años de bonanza, la entidad bancaria le facilitó tremendamente las cosas para tener acceso a una hipoteca con la que comprar e incluso amueblar su nueva vivienda.
A la postre, y sumando los desahucios previstos de aquí al 31 de diciembre, la Safor superará las 500 ejecuciones anuales, lo que supone una media de prácticamente dos viviendas cada tres días. A ese ritmo termina también 2015, un año en el que cientos de pisos han seguido vaciándose, también porque sus moradores se han ido a causa de la crisis.
