El suelo dotacional del complejo, una superficie de 5.800 m2, también ha vivido un rosario de alteraciones motivado, fundamentalmente, por los cambios en el gobierno local desde que se aprobó el proyecto a finales de 2010 y por la crisis económica.
En el nuevo Simancas de los cuatro bloques de pisos se pasan a dos, con lo que se crean unas plantas bajas diáfanas para usos públicos que han tenido varias «novias» en estos años. El pliego inicial contemplaba un 'spa' urbano, una biblioteca, un centro social y una cafetería.
Con la llegada del PP al gobierno se eliminó el balneario para ubicar en su lugar un conservatorio superior de música, proyecto que llegaron a presentar a la Generalitat para que lo financiara a través del Plan Confianza. Sin embargo, la paralización de las obras obligó a buscar un nuevo emplazamiento. Los populares también querían trasladar la UPG. Tras el pacto de izquierdas será el nuevo gobierno el que decida el resto de usos.
Por el momento sólo hay dos locales que sí abrirán seguro: la sede de la Junta de Distrito de Plaça El·líptica-República Argentina, y espacios de trabajo para empresas y asociaciones. Esto permitirá trasladar el Foro de Convivencia Manuel Broseta, situado en unos locales en la calle Cervantes por los que IPG está pagando un alquiler.
El resto, incluida la biblioteca de barrio, se queda en espera hasta que la situación económica lo permita.
