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Valencia dedica una calle a quien fue alcaldesa de Villalonga durante la guerra

Rosa Estruch Espinós, miembro del Partido Comunista, fue encerrada y procesada Fallecida en 1978, su cuerpo fue a parar a una fosa común

Valencia dedica una calle a quien fue alcaldesa de Villalonga durante la guerra

El Ayuntamiento de Valencia se ha adelantado al de Villalonga y en próximas fechas dedicará una calle a Rosa Estruch Espinós, la militante del Partido Comunista de España que, durante la guerra civil, fue alcaldesa de la localidad. Estruch fue, posteriormente, represaliada, aunque logró salvar la vida y murió en 1978.

El Gobierno local de Valencia ha incluido su nombre entre las personas a las que dedicará calles para incrementar el número de mujeres que reciben ese homenaje. Según se anunció ayer, en esa relación están Marie Curie y Simone de Beauvoir, las valencianas Margarida Borràs y Matilde Salvador, Olimpia Arocena, primera profesora universitaria de Valencia, la filósofa María Zambrano, la escritora Virginia Woolf, las «trece rosas» la primera ministra española, Federica Montseny, la pedagoga María Montessori o la poetisa Gloria Fuertes, entre otras.

De los 1.144 personajes ilustres que actualmente tienen una vía pública en la ciudad, un 93 % corresponde a hombres y sólo el 7 % son mujeres, explicó ayer la concejala de Igualdad, Isabel Lozano, partidaria de incrementar el número de mujeres en el callejero de la capital.

Rosa Estruch Espinós nació en San Juan (Argentina), en 1915, adonde habían emigrado sus padres. Ella decidió regresar, se afilió al Partido Comunista y durante la guerra fue concejala de Villalonga a propuesta del sindicato UGT. Posteriormente, en medio del ambiente bélico, asumió la alcaldía.

Finalizada la guerra, fue detenida y encarcelada. Los brutales de aquella época la dejaron impedida. Como tantos miles, fue juzgada por sus ideas comunistas y por «adhesión a la rebelión» siendo condenada a 15 años de cárcel.

Ingresada en el sanatorio de la Malva-rosa, Rosa Estruch falleció en 1978 y su cuerpo fue a parar a una fosa común del cementerio general de Valencia.

Hace unos años un grupo de personas de Villalonga intentó rescatar sus restos y trasladarlos al municipio del que fue alcaldesa, pero no fue posible, primero por los impedimentos legales que puso el Ayuntamiento de Valencia gobernado por el PP y, después, porque resulta extremadamente complicado identificar los cuerpos que eran lanzados a las fosas comunes. Ese grupo de vecinos sí consiguió rescatar a Alfredo Botella, quien también fue alcalde durante la guerra y murió fusilado por Franco tras el triunfo franquista y un juicio sumarísimo.

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