Ni cinco minutos puede estar el PP de Gandia sin poner sus pensamientos en el concejal de Ciudadanos, Ciro Palmer, y en la posibilidad de que, junto a los doce representantes del PP, firmen una moción de censura que ponga fin al gobierno de PSPV-PSOE y de la coalición Més Gandia presidido por la alcaldesa, Diana Morant.
En su comparecencia de ayer Arturo Torró volvió a dirigir la mirada hacia Palmer al considerar que su dimisión como concejal, producida el jueves pasado, más ahora la dimisión como presidente del PP de Gandia, puede facilitar un entendimiento entre quienes se quedan en su partido y Ciudadanos para echar a la alcaldesa socialista.
Torró sorprendió al poco de iniciar su comparecencia indicando que «antes de que acabe legislatura, Gandia será gobernada por el PP», y añadió que son muchos los militantes y simpatizantes de Ciudadanos de Gandia que, según sus informaciones, ya estarían presionando a la dirección, animándola a negociar y firmar la moción de censura.
Segundos después, sin embargo, Víctor Soler enfriaba esas posibilidades y, sentado al lado de Torró, indicaba que el PP gandiense «ha asumido que estará en la oposición en lo que queda de legislatura».
Tras esta evidente contradicción Soler matizó que el PP de Gandia ha asumido que «puede pasar los próximos años en la oposición», pero que «también está preparado para ser gobierno».
En medio de esa mezcolanza de planteamientos, los populares citaron un comentario anónimo difundido a través de las redes sociales en el que, entre insultos a políticos locales, advierte que la dimisión de Arturo Torró se habría producido para allanar el camino hacia la moción de censura.
Comentarios anónimos al margen, lo cierto es que la pasada semana dirigentes del PP y de Ciudadanos, entre ellos Daniel Martí y Guillermo Barber, mantuvieron enfrentamientos verbales que no apuntan precisamente a ese clima de consenso político entre los dos grupos.
