El Ayuntamiento de Gandia modificará la ordenanza de ocupación de vía pública, es decir, la que regula la instalación de terrazas en la calle por parte de los negocios hosteleros. Esta es una de las principales conclusiones que salió de la última reunión de la llamada «Mesa contra el ruido», en la que participan todos los partidos y representantes de las entidades empresariales y vecinales.
El nuevo texto se redactará en base a las propuestas presentadas tanto por los vecinos como por las asociaciones de hosteleros, por lo que se intentará buscar una normativa que satisfaga las aspiraciones de ambos colectivos. La concejal de Comercio, Alícia Izquierdo, precursora de la iniciativa, reconocía ayer, sin embargo, que «va a ser muy complicado contentar a todos». Deja entrever, por tanto, que tanto unos como otros deberán ceder en parte de sus pretensiones.
Son tres los principales puntos de fricción y al que los vecinos se anteponen de forma frontal. El más importante es el de permitir que los pubs tengan terrazas. Desde el consistorio siempre se han mantenido en contra, sin embargo, se puso una cuestión sobre la mesa contra la que ni vecinos ni administración podrían hacer nada y es que los locales de ocio puedan tramitar también licencias de bar. Eso les permitiría tener las terrazas en la calle hasta la 1.30 horas, como cualquier otro negocio de restauración.
Otro asunto que genera tensión es la ampliación de los horarios de terrazas. Los hosteleros, como es lógico, lo piden y los vecinos reclaman que ese punto de la ordenanza se deje tal como está, es decir, que las terrazas plieguen a la 1.30. En este caso, desde el consistorio ya apuntaron la posibilidad de «ser flexibles» en momentos puntuales como pueden ser fallas, Fira i Festes, Semana Santa u otros, pero, en principio, no se espera que haya un cambio de postura en este tema.
La tercera pata del desencuentro está en la costumbre de muchos locales de dejar el mobiliario de la terraza en la calle una vez cierra el local por la noche. Son muchas las quejas de vecinos sobre la imposibilidad de acceder a edificios o garajes por la presencia de las sillas, las mesas o las sombrillas ante sus viviendas.
En este punto, algunos hosteleros pusieron sobre la mesa una posible solución. Y es que, desde Asemthsa alegaban que los locales que lo hacían eran aquellos en los que no cabía el mobiliario. Así, lo que pidieron desde la patronal hostelera fue que donde ocurra esto un técnico municipal evalúe si el espacio del local es adecuado o no para guardar el mobiliario y se le permita dejarlo en la calle. Otra propuesta fue que el ayuntamiento designe un punto concreto en la vía pública para que los negocios puedan amontonar el mobiliario.
En la reunión del pasado miércoles cada asociación tuvo cinco minutos para exponer sus propuestas. Ahora serán los técnicos municipales quienes redactarán una modificación de la ordenanza que recogerá algunas de las cuestiones que puso sobre la mesa cada una de las partes y que podría estar en 20 días.
