Los padres de alumnos de varios municipios de la Safor que cursan bachiller en el instituto de Villalonga también se tienen que resignar a ser ciudadanos de segunda, al verse obligados a pagar por el transporte que lleva a sus hijos al centro.
Dado que no existe ninguna otra alterativa, las familias de Almiserà, Llocnou, Ròtova, Alfauir, Castellonet, Beniarjó y Potries se han erigido en las promotoras de un servicio de autobús que, a primera hora de la mañana, lleva a los alumnos al instituto y los devuelve a casa a primera hora de la tarde.
El «impuesto» que tienen que pagar por esa necesidad varía según el número de alumnos que utilice el autobús, pero se sitúa entre los 70 y los 100 euros mensuales, según señalan padres afectados.
En otros casos han sido los mismos padres quienes se han tenido que organizar para llevar a sus hijos, a veces a turnos y llenando coches.
La otra posibilidad es que el propio alumno opte por el sufrido desplazamiento en ciclomotor, poco recomendable en los días fríos de invierno, más aún cuando municipios del interior, como Llocnou o Almiserà, se encuentran a varios kilómetros de Villalonga.
