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la siesta de Ador que dio la vuelta al mundo

La plaza de la Font de Ador, el verano pasado durante el tiempo decretado para evitar hacer ruidos.

El 15 de julio de 2015, una información publicada en el diario Levante-EMV fue rápidamente recogida por los medios de noticias nacionales españoles. Joan Faus, el alcalde de la pequeña localidad de Ador, había emitido un bando solicitando a los vecinos que evitaran hacer ruido entre las 14 y 17 horas. El bando, emitido por los altavoces de las calles durante los días más calurosos del verano, señalaba que: «Para garantizar el descanso de todos y poder sobrellevar mejor los rigores del verano, os pedimos que, por favor, respetéis las horas del descanso del mediodía hasta las 5 de la tarde, controlando los niños en casa y manteniendo el volumen de los aparatos de música y televisión a unos niveles aceptables. Gracias por vuestra colaboración».

La historia se hizo inmediatamente viral. Se vieron titulares de medios de comunicación españoles como: «La siesta por decreto»; «Siesta por orden del alcalde»; «La siesta se declara sagrada en una pequeña ciudad española»; y «Ador, la localidad valenciana donde tomar una siesta es obligatorio».

En una entrevista de radio, cuando se le preguntó al alcalde, Joan Faus, si iba a llamar a la policía para hacer cumplir la «orden», pacientemente el alcalde insistió en que el bando no es una imposición, sino una «recomendación», añadiendo que «en realidad, ¡ni siquiera tenemos policía en este pueblo!».

A las agencias de noticias en el Reino Unido y otros países del norte de Europa (cuyos ciudadanos a menudo pasan las vacaciones de verano o incluso las jubilaciones en esta zona de España) les parecía particularmente divertida la noticia. El 17 de julio, un titular del Daily Mail decía: «El alcalde obliga a que los niños se mantengan dentro de las casa entre las 14-17 h» y «Ador se convierte en el primero de España en tener un tiempo de siesta oficial». Ninguno de los dos titulares era cierto.

Un reportero de la televisión holandesa viajó a Ador y en su reportaje señalaba: «Lo que hace esto tan interesante es que el alcalde prácticamente obliga a hacer una siesta». La historia tocó la fibra más allá de Europa y fue recogida por las agencias de noticias en todo el mundo, incluidas las de Australia y las americanas.

En Estados Unidos, un canal de televisión filial de la NBC en Arizona, tuiteó imágenes de los locutores del programa de noticias fingiendo dormir sobre la mesa del plató después de sugerir al alcalde de Phoenix que considerase seguir el ejemplo de Ador. Greg Stanton, alcalde de la ciudad, tuiteó a su vez: «¿Siestas obligatorias? Suena interesante, estoy pensando en ello», con una imagen de sí mismo sentado en un sillón y echándose una siesta.

Entré en contacto con el alcalde de Ador para obtener su opinión sobre la reacción de los medios de comunicación de todo el mundo a esta historia. Encantado con la atención que esta noticia ha traído a su pequeña localidad, el alcalde parecía más divertido que molesto por las exageraciones. Él dijo que estaba sorprendido por el súbito frenesí de medios este pasado verano, dado que es una tradición ancestral en la localidad («de toda la vida, tan antigua como recuerdo», según Faus, que creció en Ador) y también es común en muchos otros pueblos de la zona. También aclaró que este bando se lee de vez en cuando por los altavoces del pueblo, especialmente en el calor del verano, cuando la gente sin aire acondicionado necesita tener las ventanas abiertas para hacer la siesta. Explicó que esto es especialmente importante «para la gente que se levanta temprano por la mañana para trabajar en los campos de cosecha de naranjas, sobre todo cuando las temperaturas alcanzan a primera hora de la tarde 40 grados o más». «Nosotros no obligamos a nadie a dormir siesta», insiste el alcalde Faus, «pero todo el mundo coopera y limita el uso de equipos ruidosos, como motocicletas y similares, durante las primeras horas de la tarde». Según el alcalde, la decisión es ampliamente conocida y respetada, incluso entre los residentes extranjeros.

La reacción de los medios de comunicación para esta historia plantea algunas cuestiones interesantes. Es decir, ¿por qué una recomendación de sentido común para reducir los niveles de ruido en un momento en que una proporción significativa de la población está tratando de reposar es tan impactante para tantos medios?

La contaminación acústica es considerada una amenaza para la salud y en algunos países, como por ejemplo en los Estados Unidos, las regulaciones federales, estatales y locales tienen como objetivo controlar los niveles de ruido que puedan poner en peligro la salud y el bienestar de la población. Muchas de estas normas se centran en el ruido alrededor de las áreas industriales, aeropuertos y similares, aunque en muchos casos también hay ordenanzas municipales que tratan de limitar los niveles de ruido (por ejemplo, el uso de equipos de transmisión, los ladridos de los perros) durante las horas nocturnas. Parece ser que la razón del revuelo mediático suscitado por bando de Ador era el hecho de que la recomendación fue emitida específicamente para las horas de la tarde, la hora de la siesta. Esto puede ser el reflejo de las diferencias culturales entre sociedades del Norte y del Sur de Europa. Los españoles somos a menudo objeto de burla debido a lo que algunos consideran un patrón de comportamiento «perezoso» que explicaría la baja productividad del país en relación con la de los países del Norte. Un artículo publicado en The Guardian en 2013 hablaba de una «anomalía histórica», de «horas caóticas de trabajo» en España (lo tarde que se come y cena, la siesta por la tarde) y sostenía que esto era el resultado de la decisión del general Franco en 1942 de cambiar la zona horaria del país para hacerla coincidir con la de Alemania, un acto de solidaridad con su aliado fascista. No obstante, por supuesto, la siesta de la tarde era común en España muchos siglos antes de que Franco y Hitler se hicieran amigos, y también es un comportamiento ampliamente aceptado en la mayoría, si no todas, las culturas mediterráneas, así como en África, América Latina y extensas regiones de Asia, incluyendo China.

Hay pruebas científicas convincentes de que el ciclo natural de sueño/vigilia en los seres humanos es semicircadiana, lo que explica la somnolencia que se produce por la tarde en la mayoría de las personas. Experimentalmente se ha demostrado que las personas que tienden a tomar una siesta más frecuentemente no ven afectado negativamente su sueño por la noche. Por otra parte, la siesta es omnipresente en todas las especies animales y parece estar regulada cronobiológicamente.

Esta evidencia nos lleva a preguntarnos si la siesta por la tarde es realmente un comportamiento natural y fisiológico que ha sido suprimido culturalmente en las sociedades industrializadas, de ascendencia predominantemente anglosajona. Los posibles beneficios para la salud de la siesta incluyen la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, de hipertensión y de obesidad, si bien estos posibles efectos beneficiosos de la siesta no están completamente demostrados.

Pero de lo que sí que existe una evidencia sólidamente demostrada científicamente es de que la siesta mejora el estado de ánimo, la función cognitiva y el estado de alerta y aumenta la productividad del trabajo. Es por esta razón por la que algunas empresas en Estados Unidos y en otros países están empezando a dar a los trabajadores el espacio y el tiempo para tomar siestas cuando sienten la necesidad.

El alcalde Faus y los ciudadanos de Ador podrían ofrecer una lección acerca de la salud del sueño a muchos de nosotros que vivimos en las denominadas sociedades «modernas», incluyendo a los de la España urbana y otras regiones que, alejándose de sus tradiciones, están adoptando patrones de sueño predominantes en los países del norte de Europa (es decir, el dormir nada más que por la noche).

La próxima vez que usted sienta la ola de calor y somnolencia por la tarde y se acueste a dormir la siesta para ser súbitamente interrumpido por el sonido de la cortadora de césped del vecino de al lado, es posible que desee que Joan Faus fuera su alcalde.

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