Los agentes de la Policía Local de Gandia Noelia Orpegui y Miguel Valcárcel, que la pasada semana salvaron la vida de un bebé de cinco meses que tenía dificultades para respirar, lograron reanimar el pasado domingo a un hombre que había sufrido un infarto.

Los policías recibieron un aviso de Emergencias a las 13.30 horas que alertaba de que un hombre de mediana edad que se encontraba en un bar del paseo de les Germanies estaba sufriendo una parada cardiorrespiratoria. Así, una vez en el lugar iniciaron las labores de reanimación con un desfibrilador hasta la llegada del SAMU, que finalmente logró estabilizarlo y trasladarlo al hospital Francesc de Borja de Gandia.

Se trata de la segunda intervención de estos dos agentes que la pasada semana salvaron la vida de un bebé. En aquel caso, ambos policías se desplazaron al domicilio de la familia, en la playa de Gandia, donde se encontraron con el pequeño en un banco y al que el agente Valcárcel logró hacerle respirar con unas palmadas en la espalda e introduciéndole varios dedos en la boca. El bebé fue trasladado rápidamente al hospital comarcal en un vehículo policial, al tiempo que se daba aviso a diferentes patrullas para que regulara el tráfico en los cruces y permitiera que el coche con el niño llegara lo antes posible al hospital.

Desde hace años el Ayuntamiento de Gandia dispuso la instalación de desfibriladores en coches de la Policía Local, así como en determinados lugares, como el polideportivo, para poder atender a personas que sufren un infarto. Esos aparatos ya han salvado muchas vidas, y los nuevos coches policiales presentados la semana pasada también los llevarán.