Como ya ocurriera el año pasado, la falla Vilanova ha sido la más madrugadora. Aún queda una semana para que se inicien de forma oficial las fiestas josefinas pero esta comisión ya tiene su monumento en la calle. Se puede decir que a la ciudad de Gandia ya han llegado las fallas.

Durante todo el día de ayer, miembros de esta comisión estuvieron realizando viajes con la grúa para trasladar los «ninots» desde la nave donde los guardaban hasta la calle Sant Francesc de Borja, donde quedará plantada.

En total seis viajes en góndola para desplazar las figuras más grandes y algunos más que quedan por realizar en los próximos días. El principal enemigo ahora es la lluvia. Las piezas están perfectamente cubiertas con plásticos pero, aún así, los falleros de la Vila Nova mirarán de forma inquieta al cielo para que su monumento llegue intacto al momento en que el jurado pase a evaluarlo.

No en vano, varios de los voluntarios que descargaban el material de la góndola se afanaban en cubrir con un plástico (y ayudados de una escoba) una de las piezas que había sido trasladada sin este elemento protector.

El montaje empezará el sábado

En realidad la falla empezará a tomar forma a partir del sábado por la mañana, como informaba a este periódico un miembro de la comisión que esperaba a descargar una de las piezas. Desde ese día se trabajará durante toda la jornada en levantar una falla diseñada por el artista Miguel Santaeulalia.

Bajo el lema «Rebel·la't», la Vila Nova apuesta seriamente con su monumento por romper la hegemonía de Prado en la sección de Especial tras más de una década de imbatibilidad de esta comisión en Gandia.

Los expertos en fallas dicen que este año el jurado no lo va a tener fácil a la hora de entregar los premios en Gandia, ya que el nivel en la principal sección es bastante alto.

En esta misma categoría compiten, además de las comisiones de Prado y Vilanova, Sant Josep-Raval y Mercat, que pretenden ser mucho más que convidados de piedra.