No necesitan mucho espacio en la calle, tampoco grandes grúas para levantar sus remates. No precisan de seis o siete viajes en góndolas desde el lugar donde guardan su falla hasta el punto donde la plantan y entre unos pocos pueden bajar las piezas del remolque. No trabajan hasta altas horas de la madrugada para tener listas sus fallas. Por no necesitar, no precisan ni carpa para celebrar sus cenas, comidas y fiestas. Son las comisiones de la sección Tercera, las hermanas menores de las fallas de Gandia. Próximas físicamente pero a años luz en cuanto a concepto de las entidades que forman parte de la categoría de Especial.
«Normalmente en esta sección estamos las comisiones con problemas económicos», apuntaba a Levante-EMV el presidente de la comisión de la Plaça El·líptica, Alexis Calatayud, que está al frente de una comisión que ahora cuenta con 90 falleros pero que apenas hace tres años eran solo 30.
Reconoce que esta entidad está en plena fase de crecimiento tras refundarse en 2013. «Por suerte, ya hemos pasado lo peor de la crisis pero hubo un tiempo en que pensamos que cerrábamos», apunta quien ostenta el cargo de presidente por primera vez en esta falla.
Reconoce que la vida en la sección Tercera es «cómoda», porque «no tenemos la exigencia que tiene por ejemplo Prado o este año Mercat de tener un monumento espectacular porque todo el mundo va allí a ver la mejor falla de Gandia. Aquí los visitantes vienen poco o no vienen». Sin embargo, no esconde que le gustaría estar en una categoría superior. «Creo que acabaremos bien el año económicamente, que al final de este ejercicio podremos reducir más deuda y, si esto es así, la idea es estar en Segunda el año que viene», asegura Alexis Calatayud.
Es cierto, apunta, que la presión para conseguir un buen premio en monumento es menor pero no esconde su deseo de lograr un buen premio este año. «Creo que podremos tener un primero o un segundo», dice, mirando la falla que ha sido elaborada por Palacio i Serra y en la que la comisión ha invertido 7.000 euros.
Si bien en fallas ni se plantean la batalla, no ocurre lo mismo en otras disciplinas. En cabalgatas por ejemplo, el presidente de la El·líptica señala que «este año hemos hecho muy buenas cabalgatas, tanto en los mayores como en los infantiles» y su deseo es poder recoger algún banderín esta tarde en este concurso.
Otro de los fuertes de esta comisión son los juegos, donde han recogido ya este año tres banderines. «Antes, subir dos veces al escenario ya era una fiesta, el año pasado subimos siete y este 2016 y a llevamos cinco banderines».
La falta de dinero «la suplimos con imaginación. Aquí, de 90 falleros que somos, el 80 % trabaja». La nueva ejecutiva ha conseguido darle un nuevo aire a la El·líptica. Desde hace tres años no dejan de crecer en número de falleros. «Nuestro objetivo es llegar al centenar el próximo ejercicio». Un tercio del censo tiene menos de 25 años y «a los que vienen les ofrecemos buen rollo y un gran ambiente», sentencia Calatayud.
