Àlex Salort, concejal de Esquerra Unida del País Valencià-Acord Ciutadà (EU-AC) en el Ayuntamiento de Oliva acaba de abrir el debate sobre los «bous» con la presentación de una propuesta para declarar Oliva «ciudad amiga de los animales y respetuosa con sus derechos». A tenor de lo que plantea, su aplicación supondría el fin de la organización de espectáculos con animales en espacios públicos o con la colaboración del ayuntamiento.
Oliva es el último municipio de la Safor donde se plantea este debate social, y también es el único que sigue organizando «bous», aunque en plaza cerrada y a cargo de una entidad privada, la asociación Becerret. Simat, Benifairó, Tavernes y Xeraco, los últimos pueblos de la Safor donde tenían lugar «bous al carrer», ya han decidido no volverlos a organizar.
En la moción del concejal Salort, además de la declaración de Oliva como ciudad «amiga de los animales y respetuosa con sus derechos», pide que el pleno acuerde que el municipio se declare «contrario a las fiestas o espectáculos que ejerzan cualquier tipo de violencia o que pueda ocasionar estados de ansiedad por maltrato, sufrimiento o daño físico o psicológico». Además se solicita que el pleno inste a la Generalitat a que apruebe una ley para no se celebren fiestas ni espectáculos de ningún tipo en los que se maltraten animales.
«Las sociedades avanzan»
En el texto de la moción se recuerda que «las sociedades avanzan» y que «durante los últimos años se está mostrando una sensibilidad de respeto hacia los animales». El concejal Salort pone como ejemplo la creación de Vedama, una asociación local de voluntariado en defensa de los animales maltratados y abandonados que gestiona la antigua perrera municipal. Precisamente esta entidad convocó hace dos semanas, aunque después no se llevó a cabo, una manifestación contra los «bous», incluidos los «embolats» que la asociación Becerret celebró en la plaza de toros portátil montada con motivo de las fiestas de Sant Vicent.
En consonancia con la filosofía de Vedama, EU-AC, que forma parte del Gobierno local junto a Compromís, Projecte Ciutadans y Gent d'Oliva, aboga porque el municipio «dé un paso para abolir las muestras de tortura animal de algunas fiestas», espectáculos que, según añade, «nos llenan de vergüenza y de indignación, ya que son contrarios a la evolución de nuestra sociedad, igual que la mayoría de los países civilizados».
En declaraciones a este periódico, el concejal Salort señaló ayer que esta es una iniciativa municipal que quiere que sirva de «primera piedra» para abrir el debate, y añadió que está dispuesto a escuchar el planteamiento del resto de partidos políticos para llegar a un acuerdo.
