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Una pluviometría casi de desierto

El año 2014 fue seco en la Safor y la cuenca del río Serpis. El siguiente fue todavía peor y obligó al Ministerio de Medio Ambiente a decretar medidas de emergencia ante la sequía. Y en este 2016 se están volviendo a batir récords de falta de lluvia, convirtiendo la situación en una de las más prolongadas que se recuerdan.

Los datos precisan pocos comentarios. Transcurridos los primeros seis meses de este año, la pluviometría en la comarca y en las áreas limítrofes que aportan agua a través de ríos y barrancos es propia de un clima de desierto. Tomando varios pluviómetros como referencia, en la ciudad de Alcoi han caído del entorno de los 100 litros por metro cuadrado. En l'Orxa, a poca distancia del pantano de Beniarrés, se han recogido 160. En el centro de la ciudad de Gandia llovió por debajo de los 150 litros, que son 130 en Marxuquera y suben hasta los 191 en la Drova, en Barx.

Se trata de cantidades escasísimas que están poniendo en situación de estrés a muchas especies vegetales, que impiden el desarrollo vital de muchos animales y que obliga a la Administración a tomar nota porque, si en los próximos meses no se entra en una situación de normalidad pluviométrica, se podrían plantear incluso problemas de suministro a la población.

La Safor y el área del Serpis no son una excepción en el mapa pluviométrico de los últimos años. En las vecinas comarcas de la Marina y de la Ribera tampoco llueve y allí ya se han tenido que tomar medidas para llevar el agua a los municipios.

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