El Ayuntamiento de Oliva aprobó ayer, con la unanimidad de todos los grupos municipales, las alegaciones que presentará ante el Ministerio de Fomento al estudio informativo sobre el tren de la costa, en concreto en el que habla de las fases 1 y 2, que son las que afectan a la Safor.
Como opción principal, Oliva reclama que de las dos alternativas que se proponían para construir las infraestructuras ferroviarias en esta ciudad, se tenga en cuenta la que prevé que la estación se ubique en pleno casco urbano (2A), más concretamente en el Parc de l'Estació.
El ayuntamiento defiende, como ayer explicó el alcalde, David González, a Levante-EMV el «modelo Gandia», es decir, una estación que esté integrada en la ciudad «a la que se pueda ir a pie».
De ese modo, se argumenta que podría atraer a mas usuarios, por ejemplo de Gandia, a quienes se evitaría el uso del coche.
Sin embargo, según se apunta en las alegaciones, la segunda alternativa que propone el estudio informativo (2B) fija la estación en una zona ubicada en las afueras de la localidad, al menos a un kilómetro y medio del centro de Oliva, a la altura del camino Pont de Bolo. Esto obligaría a los usuarios a tener que desplazarse en algún tipo de vehículo. Es lo que ocurre, por ejemplo, en Tavernes, lo que supondría una incomodidad mucho mayor.
Además, en caso de que finalmente la escogida fuera esta opción, la estación se solaparía con una subestación eléctrica, actualmente instalada en ese espacio, a la que había que trasladar.
Según explicó González, lo que ocurre, básicamente, es que la alternativa 2B, que es la que prevé la estación a las afueras «no es compatible con nuestro planeamiento urbanístico», porque, entre otros aspectos, «atraviesa todo un sector donde no estaba previsto que pasara el tren. El PGOU de Oliva se diseñó pensando siempre trazado soterrado.
Y es que la opción de ubicar la estación en pleno casco urbano incluye el soterramiento de la línea férrea. Este se iniciaría al norte de la localidad, es decir, en la entrada del municipio llegando desde Gandia. «Aquí se construiría un falso túnel que serviría para amortiguar las vibraciones y que se taparía con mucha solera de hormigón», apuntó González.
Otra de las alegaciones que presenta el consistorio ante el ministerio es que la futura estación se diseñe de forma armonizada con el entorno «para mantener la función de bulevar como eje de articulación de la trama urbana», apunta el escrito.
Además, el Ayuntamiento de Oliva reclama que se ubique en el proyecto el apeadero provisional, ya que no está indicada la zona en la que debe ir, que es más o menos donde se encuentra el cuartel de la Guardia Civil, al norte del casco urbano.
Esta estación provisional está prevista en la fase primera de la construcción del Tren de la Costa, es decir, el que incluye el desdoblamiento de la vía entre Cullera y Gandia y la prolongación hasta Oliva. De ese modo, hasta que arrancara la segunda fase, que es la que contempla la construcción de la infraestructura por el casco urbano de la segunda ciudad de la Safor, los vecinos ya podrían hacer uso del cercanías desde Valencia hasta Oliva.
El consistorio avisa también que los dos trazados que se proponen en el estudio se solaparían con la futura conexión entre la AP-7 y la N-332, la que eliminaría el tráfico del interior de Oliva, por lo que se debería salvar esta cuestión en el futuro proyecto, en tanto que serían incompatibles. Recuerda, además, que se deben salvar los canales de salida de agua de la rambla Gallinera, algo que tampoco se ha tenido en cuenta en el estudio.
