Cada vez que la lluvia hace acto de presencia en la playa de Tavernes de la Valldigna se repite la misma historia, la de la avenida de la Marina totalmente anegada de agua. Esta situación se arrastra desde hace varios años y ha provocado el hartazgo de los vecinos y comerciantes, quienes temen la llegada de las famosas tormentas de verano. Lo peor es que, según el Ayuntamiento, la única solución es la construcción del colector que debe conectar con el que se construyó por debajo de la avenida de la Marina, una infraestructura cuyo proyecto aún se está redactando. Para el consistorio, no hay otra alternativa posible, ni aunque sea provisional, y eso aún irrita más a quienes sufren el problema.
El pasado miércoles, a mediodía, entrar o salir de la avenida era toda una aventura. Agua por todos lados, los comercios y bajos llenos de agua y la gente desquiciada. Un vecino alcireño que tiene una propiedad en esta vía, Bernat Sánchez, comentaba indignado que «nos suben los impuestos, pago más aquí que en Santos Patronos de Alzira y esta playa continúa con los mismos problemas de hace años».
Rafa Pérez, vecino de uno de los bajos que se vio afectado por el agua considera «incomprensible, que con la inversión y las obras que se hicieron, no esté este problema solucionado».
Uno de los edificios que más sufrió las consecuencias del aguacero fue el centro auxiliar de salud de la playa, cuyos profesionales, médicos y enfermeras, tuvieron que interrumpir las consultas sobre la una de la tarde para poder achicar el agua.
Por otra parte, en la en la avenida de la Marina se tuvo que cortar al tráfico en sentido de entrada, ya que el agua embalsada llenaba bajos y comercios provocando el caos y desesperación de aquellos que a esas horas se dirigían a sus domicilios a comer.
En tiendas y viviendas, los propietarios se afanaban a achicar agua con lo que lo que podían. Cubos, recogedores, escobas, etc. Todo, resignados pero, a la vez, cansados de una situación que les provoca un importante malestar.
Los vecinos ven con perplejidad cómo una de las arterias principales de la playa se inunda, más cuando hace unos años se inauguró la reforma integral de esta vía. Aquellas obras incluían la construcción de un colector para aliviar el agua de la lluvia. Este debía unirse con otro que discurriera hacia el canal, en el norte del casco urbano de la playa. Este proyecto está aún en fase de redacción. La primera opción, la de instalar esta infraestructura por debajo de la calle Blasco Ibáñez no contaba con el beneplácito ni de gobierno local ni de la oposición porque generaba problemas de accesibilidad.
Tres millones de euros de coste
El concejal de Urbanismo, Josep Llàcer, dijo a Levante-EMV que «entiendo» el malestar de los vecinos. «Es un problema recurrente cada vez que se produce un episodio de fuertes lluvias como las que tuvimos el pasado miércoles», afirmó. El edil insistió en que «es un problema que heredamos en 2011 y al que estamos intentando ponerle solución con un colector cuyo nuevo proyecto que modifica al que teníamos previsto y que tiene un coste de tres millones de euros».
Llàcer se refirió al proyecto de construcción del nuevo colector, que en principio iba a discurrir por la calle Blasco Ibañez desde el final de la avenida hacia el norte del casco urbano. Este ya se está modificando por otro que construirá por las cercanías del camí Marenys, abriendo de esta forma un nuevo vial de acceso por esta zona y que descongestionará la citada calle por la que se había planteado el primer proyecto.
En este sentido, el concejal responsable del departamento de Urbanismo de Tavernes, que casualmente también ostenta la cartera de Turismo, comentó que «estamos trabajando es este tema, tanto en la adquisición de terrenos como en la búsqueda de financiación».
