A sus 34 años, el gandiense Toni 'Panxo' Sánchez Pardines lleva desde los 18 ligado a la música, que utiliza como vía de expresión. Empezó solo, después se unió a 'Orxata Sound System' y hace dos años creó 'Zoo', primero en solitario y después con otros músicos para romper con el estereotipo del género 'rap' y más aún con las letras de las canciones interpretadas en valenciano. Eso ocurre en el verano de 2014, que es cuando se graba el disco 'Tempestes venen del sud' e inicia una gira que ha durado 94 conciertos desde noviembre de hace dos años hasta este martes en Bilbao, que es cuando está previsto su último directo para dar carpetazo a un exitoso proyecto.
¿Es 'rap' el género que utilizan para expresarse?
Me gustaría definirlo como 'rap electroórganico' porque se añaden instrumentos al género clásico, sobre todo en los directos, es más bailable y más vivo sin tener que hacerlo todo digitalizado.
¿Con letras reivindicativas?
Esa es la etiqueta, pero realmente lo que hacemos es contar lo que pasa en nuestra sociedad y ojalá lo hicieran los que siempre ganan. Es un deber que tenemos como productores de cultura dentro de este sistema porque si óptaramos por el silencio seríamos cómplices de lo que ocurre a nuestro alrededor.
¿'Tempestes venen del sud' sigue algún hilo conductor?
No es un disco temático, pero sí hemos intentado que nuestra música tenga una misma línea para que sea reconocible. Nuestra aspiración, y creo que la de todos los grupos, es hacer un disco con una idea global. Intentamos hacer cosas originales.
¿Cómo valora la trayectoria del grupo y el éxito del disco?
Creo que ha sido extraordinaria porque en apenas tres meses desde que sacamos el disco al mercado el volumen de descargas en la red era ya fuera de lo normal. La progresión fue muy rápida, mucho mayor que la de la media.
La respuesta de la gente implica mayor responsabilidad...
Si y la verdad es que el éxito del disco nos ha obligado a ponernos las pilas. En un año y medio hemos tenido que aprender muchas cosas, no solo musicales o artísticas, sino de gestión del grupo en todos los sentidos, por ejemplo.
Ganaron el Premi Enderrock al grupo revelación...
Fue otro hecho extraordinario que nos ha llevado a tener que responder a las expectativas generadas, sobre todo en los directos que hemos compartido con grupos con más experiencia y un bagaje muy grande. Estamos orgullosos del trabajo realizado, fundamentalmente del que no se ve.
¿Ustedes viven de la música?
Yo sí, aunque tengo compañeros que compaginan el grupo con otras tareas. Yo no soy millonario ni quiero serlo, pero se puede vivir de la cultura aunque las condiciones en España son muy duras por el 21 % del IVA. En definitiva, por el poco apoyo que tenemos los creadores de cultura. En otros países como Francia las leyes facilitan el trabajo de los artistas, lo premian o, al menos, no lo hacen deficitario.
¿Tan mal está el gremio?
Lo que pasa es la gente no ve lo que hay detrás de un grupo, solo se fija en la hora y hora y media que dura un concierto. Pero hay más, están los kilómetros con la furgoneta, las horas que dedicas, el local de ensayo, mucho trabajo de gestión. Aquí se cree que el artista sigue siendo un bufón y no un trabajador y eso no es así. Esta mentalidad cuesta cambiarla. La gente no acaba de concienciarse de nuestra realidad. Tenemos ahí una batalla difícil.
¿Que sienten cuando el público de Ávila, por ejemplo, canta sus canciones en valenciano?
Un gran orgullo por comprobar lo mucho que se ha conseguido a través de los grupos de música de este País Valencià, de la situación que teníamos con el valenciano hace treinta años y como está en la actualidad. Nuestra lengua antes estaba oprimida y también los valencianos parecía que renunciáramos a lo nuestro. Ahora todo es distinto.
¿Pero sus seguidores entienden lo que ustedes cantan?
Habrá muchos que no, pero lo que está claro es que se ha despertado un interés por el valenciano que no existía. Ese vía de transmisión la iniciaron grupos como Obrint Pas o La Gossa Sorda. Nosotros subimos nuestros temas a la red y los subtitulamos, pero si no lo hacemos nos lo demandan. Es bonito ver como el valenciano ya es una lengua que está de igual a igual con otras.
Hable del Panxo más personal. Usted iba en la lista de Més Gandia en las últimas elecciones municipales, pero al final no salió elegido. ¿Qué hubiera pasado si ocurre lo contrario?
Realmente nunca he sido totalmente consciente de las consecuencias de haber sido votado como concejal en el Ayuntamiento de Gandia. Tenía claro es que no iba a dejar la música y también he pensado que hubiera sido muy difícil compaginar ambas tareas.
Tiene usted una familia muy creativa. ¿Le pide consejo a sus padres o a sus hermanos?
Mis hermanos Pablo, el de La Raíz, y Ferdi me ayudan con la música y las letras. Mis padres, Fernando y Elisa, son mis referentes, él como escritor y ella como profesora de literatura. Son mi oráculo.
¿Qué opina del «boom» de La Raíz?
Se lo merecen porque han trabajado mucho durante años. Son un ejemplo a seguir porque ahora están arriba, pero nunca han dejado de ser ellos mismos.
