Han sido muchos años de letargo. Demasiado tiempo de depresión desde que en 2007 explotó lo que se conocía como la «burbuja inmobiliaria», lo que entonces era un modelo de negocio que no solo movía miles de millones de euros y decenas de miles de empleos, sino que, además, era el principal sustento de la economía del país por las mareantes cifras que giraban a su alrededor. La venta de pisos y casas ha pasado, en definitiva, por un auténtico calvario en la última década del que, a tenor de los datos que se van conociendo, parece que empieza a salir, poco a poco.
Según los datos del Ministerio de Fomento, el primer trimestre del año se registró en la comarca de la Safor la mejor cifra de compraventa de viviendas desde el año 2009. MLS Gandia, la asociación que aglutina a cerca de una veintena de inmobiliarias de la ciudad y comarca, ha dado a conocer el balance de lo que va de año y no puede ser más optimista.
De enero a agosto de 2016, la venta de viviendas ha crecido un 25 % respecto al pasado año. Una situación que el presidente de MLS, Javier Rocher, atribuye a «la mejora de la economía a nivel general, los precios y una mejora de la comercialización». Este cambio positivo también tiene detrás otros factores como el hecho de que los bancos hayan vuelto a abrir el grifo de los créditos, sobre todo en el momento en que se trata de viviendas propiedad de las propias entidades, y una mejor expectativa de futuro de los compradores.
El rasgo más identificativo de estos datos es que la gran mayoría de las viviendas que se venden en la actualidad, más de un 90 % de ellas, son de segunda mano. Detrás de esto se encuentra la gran cartera de pisos de los que disponen los bancos y también el hecho de que la crisis ha provocado un gran parón en la construcción de nuevos edificios, por lo que la salida de vivienda a estrenar es prácticamente residual.
«Empezamos a notar un cambio de tendencia en el sector inmobiliario con respecto al año 2015», apuntó Rocher, quien añadió que, en cuanto a los precios, pese a que se atisba una leve bajada, se encuentran en una situación de «estancamiento».
«Mientras se mantengan las actuales cifras de parados y el suelo de construcción no crezca estarán estancados», indicó.
Estos datos, sin embargo, contrastan con las del portal Fotocasa, de donde se extrae que, si bien no se ha producido una variación exagerada como sí que ocurría años atrás, en lo que va de año, sí que se ha incrementado el precio de las viviendas. De enero a julio, el valor del metro cuadrado ha pasado de los 948 a los 1.006 euros en Gandia, que es, de hecho, el precio más alto desde julio de 2014, según el informe mensual que ofrece este portal.
Durante el primer trimestre de este 2016 se vendieron en la comarca un total de 479 viviendas. Era una de las mejores cifras en años. No en vano, en el mismo periodo del año pasado el número de operaciones fue mucho menor y se situó en las 451.
Para Rocher, el sistema de venta de casas que promueven las inmobiliarias que forman parte de MLS también ha favorecido los buenos números de los últimos meses. Y es que, MLS es un sistema que «facilita las operaciones», señaló, puesto que la veintena de inmobiliarias que forman parte de la asociación comparten una cartera de viviendas. De ese modo, «el propietario vende antes y con todas las comodidades posibles», apunta Rocher. El secreto está en que «cada una de las partes integradas en una operación cuenta con su parte representante y su defensor de intereses. Es decir, el comprador tiene su agente que defiende sus intereses y el propietario tiene otro agente que le está defendiendo el precio y asesorando sobre todo el proceso».
