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Oliva, primer municipio en alertar de la necesidad de ahorrar agua por la sequía

El departamento de Medio Ambiente alerta del riesgo de intrusión marina en espacios de alto valor ecológico

Oliva estudia aplicar un plan de emergencia para controlar el consumo de agua ante la fuerte sequía que se sufre de forma prolongada. El departamento de Medio Ambiente está trabajando desde hace tiempo en la planificación de medidas para minimizar los impactos ambientales, económicos y sociales que está produciendo la sequía que estamos sufriendo.

La carencia de lluvias en los últimos años ha provocado una disminución de los niveles hídricos de los acuíferos y de las aguas subterráneas que proveen a la población de Oliva y otros municipios de alrededores.

También hay que tener en cuenta la situación, no menos preocupante, de las aguas superficiales, que han disminuido notablemente y se ha generado un estancamiento, provocando daños en el ecosistema acuático, lo que puede derivar en el fenómeno de la intrusión marina.

Si, como se teme, llega agua salada en los acuíferos «estamos hablando de una catástrofe medioambiental de imposible recuperación», señala el Gobierno local de Oliva, quien alerta sobre el hecho de la proximidad del marjal de Pego-Oliva, un parque natural de gran valor ecológico.

«Ante esta situación hay que hacer un esfuerzo colectivo y tener un mayor control del uso del agua, tanto del consumo humano como de regadío en parques y jardines, piscinas y agricultura», señala el consistorio, quien añade que a partir de ahora cada gota es importante y tiene que ser medida y utilizada adecuadamente. En estos momentos la demanda de agua empieza a ser superior a la oferta».

El ayuntamiento recuerda que la sequía ha agotado el agua en el pantano de Beniarrés, cerrado para los regantes desde la semana pasada, y que eso revela la gravedad de la situación.

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