«En el último mes, ¿cuántos días te has emborrachado?». «¿Para ti el alcohol es una droga?». «¿Qué consumiste la última noche que saliste de fiesta?». Son algunas de las preguntas de una encuesta, totalmente anónima, que el viernes y el sábado por la noche rellenaron decenas de jóvenes en Gandia en el expositor instalado por Controla Club en el Parc de la Festa, el recinto donde se celebran los conciertos más multitudinarios de la Fira i Festes.
La acción forma parte de una nueva campaña sobre prevención en drogodependencias impulsada por el Gobierno de Gandia, desde el área de Sanidad y Políticas Saludables, que dirige la concejala Liduvina Gil.
El mensaje de Controla Club, una asociación creada en 1997, va dirigido sobre todo a los usuarios del ocio nocturno por lo que desarrollan su actividad en pubs, discotecas, festivales o conciertos.
En Gandia instalaron un expositor, con folletos y otros materiales informativos, convenientemente apartado del escenario, para poder mantener una conversación con los interesados sin la interferencia de la música y con total discreción. «Nos presentamos con una estética llamativa y atractiva para los jóvenes y sobre todo no hacemos un discurso ni moralista ni represor, ni criminalizamos el consumo; sólo aconsejamos para reducir los riesgos», explica Lluís Cassanys, uno de los activistas.Durante estos años los mediadores que atienden las consultas nunca han recibido una mala respuesta.
Se dirigen también a los adolescentes, ya que es la etapa más crítica en la cual se puede desarrollar una adicción para toda la vida. Es precisamente en esas edades cuando se está formando la última parte del cerebro, la corteza prefrontal, un área neurológica que evalúa las consecuencias de los actos por encima de otras como el deseo o el placer.
«En las fiestas populares es donde se producen los primeros consumos de alcohol y otras drogas porque la percepción sobre el peligro del consumo se relaja, tanto por parte de los jóvenes como de los padres», apunta el director de programas de Controla Club, Juan Barcala.
Botellón
La campaña, además, tiene otro objetivo: sensibilizar sobre las molestias que causan a los vecinos determinadas actitudes relacionadas con el consumo de drogas, como por ejemplo «ocupar» calles y plazas para hacer botellón. Durante estas noches de Fira i Festes, en Gandia se están montando botellones en los alrededores del recinto de conciertos, sobre todo a ambos lados de la ribera del Serpis; debajo de la pasarela peatonal y en los alrededores del parque Ausiàs March.
Desde Controla Club recuerdan que a pesar de los problemas que genera, como ruido, suciedad o vandalismo, el botellón no es especialmente conflictivo, pero sí es peligroso «como rito de iniciación de las primeras salidas nocturnas en las que aparece el alcohol sin ningún tipo de límites y control y, con frecuencia, asociado al uso de los vehículos».
La colaboración entre el Ayuntamiento de Gandia y Controla Club es mucho más amplia y se extenderá hasta marzo de 2017. Habrá charlas en centros de Bachillerato y Ciclos Formativos. También se quiere involucrar a asociaciones vecinales, de mujeres, centros educativos, hosteleros de ocio nocturno de Gandia y la playa, la Fundació Esportiva Municipal o colectivos como las fallas.
Con ese material se hará un estudio sobre la percepción de las adicciones entre los jóvenes, que será publicado. La campaña está financiada por la Generalitat y por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias.
