El concejal de Més Gandia, Xavier Ródenas, que participó en una concentración en protesta de la visita a Gandia del cardenal arzobispo, Antonio Cañizares, dijo ayer que no va a dimitir, como le ha pedido que haga el Partido Popular. Ròdenas apuntó que ha actuado «en defensa de la libertad, la tolerancia y la diversidad» y que, por eso, no tiene por qué dejar su cargo de concejal en el Ayuntamiento gandiense.
El edil explicó que el Gobierno local ha pedido la dimisión a los populares «por casos de mala gestión, por haber trabajado con presupuestos ilegales o haber incumplido la subrogación de trabajadores, y por hechos que sí son legalmente importantes, y no por asuntos como éste», señaló.
El edil de Més Gandia no se esconde y afirmó, además, que «volvería a participar» en otro acto similar siendo concejal, a pesar de las críticas recibidas tanto de populares como de Ciudadanos Gandia. «Los populares se hacen daño a sí mismos al dejar constancia con estas críticas de su intolerancia», señaló.
Aunque su participación en la concentración ha molestado a muchos, asegura que también ha gustado a otros tantos, aquellos, señaló, «que respetan valores como la diversidad y la tolerancia».
Sobre el comunicado del PSPV en el que destaca la ausencia del apoyo explícito a su persona pese a ser socios de Gobierno, Ròdenas lo enmarca en una «estrategia política». El concejal, por último, insistió en que los concentrados hicieron gala de «una ética y mucho respeto».