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Vecinos de Gandia, obligados a ir al juzgado para preservar la salubridad de sus viviendas

Los propietarios de una comunidad de la calle Alfauir denuncian a un piso en el que sus moradores conviven con nueve perros, sin limpiar los excrementos y rodeados de basura Narran, entre otros aspectos, casos de canibalismo entre los canes

«En cuanto entras en el edificio ya se nota el olor, aquí no se puede vivir». Es la frase que mejor resume la situación que están sufriendo los vecinos del número 4 de la calle Alfauir de Gandia. Denuncian que desde 2013 vienen soportando el hedor que emana de una vivienda ubicada en el primer piso, en el que sus dueños conviven con «entre seis y nueve perros» y montones de basura acumulada en su interior, dicen.

Los vecinos se han visto obligados a acudir a los juzgados. Lo han hecho porque, pese a que la policía ha acudido a la citada vivienda en infinidad de ocasiones y ha comprobado cuál es la situación que denuncian, desde la administración local no han podido solución.

Los propietarios narran, entre otros aspectos, que los animales «no salen nunca» a la calle y que en el interior del piso incluso tienen a sus crías. Sospechan que estos no cuentan con las vacunas obligatorias. Aseguran que algunos de los cachorros fallecen y que los cadáveres se pudren en el interior, con todo lo que ello conlleva en cuanto a olores y aparición de insectos que invaden todo el edificio. «Ha habido incluso episodios de canibalismo, en que los perros se han comido entre ellos porque se ve que no los alimentan», narraba Ana María Sánchez, la vecina que tiene su casa justo al lado de la de esta familia.

«Debo tener siempre las ventanas cerradas y estoy obligada a cocinar sin poder abrirlas porque en cuanto lo hago se me cuela el olor por toda la casa», indicaba ayer ante el juez esta mujer.

Declaró como testigo en la vista que se celebraba en los juzgados de Gandia después de la denuncia interpuesta por parte de la comunidad de propietarios contra los dueños de la vivienda, que no se presentaron al juicio.

Los vecinos, defendidos por el despacho del abogado de Gandia Vicent Estruch, solicitan medidas cautelares para que el juez autorice la entrada al piso con el objetivo de sacar toda la basura acumulada, a los perros y limpiar. Lo hacen porque, pese a los constantes requerimientos al departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Gandia y la Policía Local, casi nadie ha conseguido entrar en la casa «porque ni siquiera abren la puerta», explican otros vecinos que también acudieron ayer al juzgado.

Lamentan, además, que el consistorio «no ha actuado» pese a que «he recorrido todas las estancias posibles», señalaba Ana María Sánchez, la vecina más afectada por la situación.

Quien sí que ha podido comprobar de primera mano cómo vive esta familia es Camilo Llorca, administrador del edificio, que ayer también declaraba como testigo ante el juez. «Está todo oscuro, no hay luz y no se puede ver muy bien la casa. Solo se ven montones de ropa sucia y basura», explicaba. «Yo vi entre seis y nueve perros en la casa». Le llamó la atención el hecho de que «no hay puertas en las habitaciones y muchos tabiques han sido derribados pero no está arreglado, se ve el ladrillo y se nota que se ha tirado a golpes de masa». Narró que en la terraza se encontró con excrementos de perros y «una gran cantidad de plantas». También apuntó que «solo al llegar a la cocina entraba un poco de luz en la casa». Comprobó que también viven sin agua, por lo que «no sé cómo lavan», señalaba.

Paqui Lorente, presidenta de la comunidad, aclara que «nosotros no queremos que les echen de casa, solo que limpien para que todos podamos vivir bien en el edificio», señala. Judicialmente, los vecinos reclaman la «cesación de la actividad molesta».

Además de esta demanda civil, existe otra por la vía penal contra los propietarios por maltrato animal.

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