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El Campus más internacional

Gandia es uno de los destinos preferidos por los estudiantes Erasmus y de otros programas de intercambio que llegan a través de la Politècnica

El Campus más internacional

Sol, playa, buen clima, el prestigio de la Universitat Politècnica de València y la implicación de toda la comunidad universitaria. Son las principales razones por las que el Campus de Gandia se ha convertido en uno de los destinos preferidos para estudiantes de otros países, especialmente los que participan en el programa de intercambio Erasmus, que impulsa la Unión Europea. Durante el curso pasado el Campus recibió a 128 alumnos extranjeros de 24 países, un 9% de sus estudiantes.

En el curso 2015/16, los universitarios de la «terreta» compartieron clases y experiencias con otros alumnos llegados de Alemania, Francia y Países Bajos -la mayoría- seguidos de Italia, Argentina, Lituania, Austria, Marruecos, Bélgica, México, Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, Polonia, Estados Unidos, Chequia, Taiwán, Turquía, Georgia, Ucrania, Irlanda, Hungría y Uruguay.

Y las cifras se consolidan. Desde este octubre y hasta el final del presente curso, en junio, prevé recibir a 124, algunos de países tan lejanos como Argentina, Uruguay, Siria, Uzbekistán o Lituania. Las estancias suelen ser de entre 4 y 10 meses. La segunda beca en importancia es la Promoe, financiada íntegramente por la UPV.

Por otra parte, 88 estudiantes españoles del Campus de Gandia realizaron estancias de intercambio. También hay movimiento internacional en el profesorado: el año pasado ocho docentes se marcharon al extranjero, y el Campus de Gandia recibió a otros 17 profesores de fuera.

«Desde hace muchos años tenemos una política muy activa para atraer a alumnos de otros países», apunta el director del Campus, Pepe Pastor, y añade que todos hacen «un esfuerzo» para que estos estudiantes se sientan cómodos. La UPV ha reconocido esta labor escogiendo a Gandia como la sede donde se realizan los cursillos intensivos de español de todos sus estudiantes erasmus, además de impartir otro curso de español para universitarios chinos.

Gran parte de todo este trabajo lo realiza la Oficina Internacional del Campus de Gandia, la entidad que gestiona las relaciones de la escuela con el resto del mundo, y la que tramita convenios o becas. Además, se preocupa por la integración de estos estudiantes. Junto con la Delegación de Alumnos y la asociación Erasmus Gandia, la Oficina Internacional impulsa eventos como una feria gastronómica o un festival de las culturas, o programas como el «tándem lingüístico», una actividad de conversación en parejas o grupos de tres personas para perfeccionar el idioma. Como recompensa, la UPV ofrece créditos a los alumnos de Grado que participan.

También hay un buen número de profesores que imparten sus clases en inglés, lo que permite que los erasmus puedan cursar sus estudios con facilidad. Además, es muy beneficioso para los alumnos regulares porque aprenden a utilizar el inglés como lengua de trabajo y así son más competitivos cuando salen al mercado laboral.

Clases en inglés

Un ejemplo es el Grado de Grado en Ciencias Ambientales, que fue el último en ofertar asignaturas con docencia en inglés. «Cuando hace cinco años diseñamos el nuevo plan de estudios para el grado -comenta Pastor- pensamos que sería muy importante porque deberán trabajar con normativas europeas, así que decidimos ofertar casi todas las asignaturas optativas del último curso en inglés». La medida ha causado un verdadero efecto llamada para los extranjeros: «De no tener prácticamente erasmus en esa carrera pasamos a más de cuarenta alumnos de intercambio al año solo en ese área», apunta el director del Campus.

La ayuda al estudiante erasmus se presta meses antes de llegar a Gandia. La UPV les asigna un mentor, un estudiante regular del Campus que le aconseja en varias gestiones como encontrar un piso, o elegir asignaturas.

Y en ese ámbito también trabaja de forma cotidiana la asociación Erasmus Gandia. «A pesar del tópico de que les gusta mucho la fiesta, generalmente son aplicados y aprueban todos, entre otras cosas porque si no lo hacen, no les dan el dinero de la beca», señala Filip Dobrev, de la asociación.

Pero, ¿qué supone ser o haber sido erasmus? Filip no lo duda: «Es un sentimiento de comunidad, una experiencia que te marca para toda la vida y una oportunidad para conocerte a ti mismo». En algunos casos los erasmus han encontrado en España el trabajo o el amor de su vida.

Internacionalización en casa

Todo ello, a su vez, repercute de forma positiva también entre los estudiantes autóctonos, ya que les permite vivir una experiencia internacional aunque no se vayan de intercambio a otro país, y conocer de primera mano otras realidades. «Ahora mismo tenemos por aquí a estudiantes de Siria o de Turquía, y para nuestros alumnos estos países ya no son un punto en el mapa que oyen en las noticias; tienen la gran oportunidad de poner cara a esos países, de saber cómo vive un país que está en guerra, o cómo se vive en una dictadura», puntualiza Pepe Pastor.

En este sentido, un programa que ha abierto muchas posibilidades es el Erasmus Mundus, intercambios que se realizan con universidades que la Unión Europea considera de especial interés. Por ello, desde hace poco el Campus de Gandia recibe a alumnos de los países más insospechados, como Laos, El Salvador o Uzbekistán, por ejemplo.

Y para la ciudad de Gandia también es beneficioso; por una parte se amplía su carácter hospitalario, abierto y cosmopolita y por otra potencia su imagen como destino turístico y ayuda a la desestacionalización del sector.

Pastor, quien ya anunció que no optará a la reelección como director, está satisfecho con la vertiente internacional que ha alcanzado el Campus en estos años. «Estamos constantemente preparando nuevos proyectos porque un entorno internacional es tan enriquecedor para todas las partes que, si no existieran los programas de intercambio, habría que inventarlos», asegura.

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