El año 2014, el periodista y jurista Juan Antonio Burriel tomaba la Safor como ejemplo para palpar la situación del problema de la violencia de género entre los más jóvenes. El estudio sirvió para, además de detectar que en este sector de edad algunas conductas como los celos son concebidas como una demostración de amor, constatar que el número de denuncias por violencia machista entre adolescentes se había incrementado en un 12 %, una cifra que aumentaba hasta el 33 % en el caso de los menores.
El experto apuntaba, sin embargo, que estos datos no eran reales, en tanto que a esas edades eran más reacios a denunciar las conductas machistas.
Este proyecto se llevó a cabo en colaboración con la Mancomunitat de Municipis de la Safor y la asociación No Más Violencia de Género.
También se implicó en la iniciativa la Diputación de Valencia, que lo tomó como modelo para poner en marcha políticas contra la violencia de género entre adolescentes.
Burriel sostiene que los mensajes que lanzan las administraciones no calan entre este sector de la población y que lo mejor para hacerlo es manejar las herramientas y el lenguaje que ellos utilizan habitualmente. t. á. c. gandia
