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Historia

Un panteón para el ducado de Gandia

Las excavaciones en Sant Jeroni de Cotalba confirman la existencia de la cripta de la familia de Ausiàs March - En una segunda fase se procederá a abrir la de los duques reales

Un panteón para el ducado de Gandia

La iglesia del monasterio de Sant Jeroni de Cotalba, fundado en 1388 por el duque real Alfons el Vell de Gandia, ha ganado esta semana nuevos argumentos para ser considerado como uno de los panteones de aquel floreciente ducado concedido por el rey Martí l'Humà que tuvo entre sus ilustres ciudadanos a los poetas y escritores Ausiàs March, Joanot Martorell y Roís de Corella.

Las excavaciones llevadas a cabo en ese templo, hoy desacralizado, han permitido confirmar algo que ya se sabía por documentos históricos pero que nunca se había palpado físicamente. La mayoría de miembros de la familia de Ausiàs March fueron enterrados en la misma iglesia donde, se supone, también están los restos de muchos familiares del propio Alfons el Vell.

Los estudios realizados durante meses han hallado en la cripta de los March los huesos del padre y también escritor, Pere, que fue el procurador del duque Alfons. Sus esposas Constança y Leonor y varios de sus hijos también figuran entre los esqueletos hallados.

Aunque Ausiàs, el gran poeta del Segle d'Or Valencià, reposa en la Catedral de Valencia, en Sant Jeroni de Cotalba se enterraron sus dos esposas, Isabel Martorell, hermana de Joan, el autor del «Tirant lo Blanch», y Joana Escorna, así como varios de sus hijos y hermanos.

Solo falta que los estudios del ADN que se están realizando lo certifiquen definitivamente, pero los investigadores de las universidades valencianas que han participado en las excavaciones y posteriores análisis ya no dudan de ello porque son muchas las coincidencias de la cripta y las características de los esqueletos con los documentos históricos que relacionan esos cuerpos con la familia de Ausiàs March.

Leonor de Arzión, en nombre de la familia Trénor, propietaria de Sant Jeroni de Cotalba, señaló el viernes pasado que su voluntad es que los restos humanos, ahora en Valencia para su estudio, vuelvan a ese lugar, lo que, sin duda, incrementaría el atractivo de este convento medieval.

Paralelamente, y coincidiendo con la rehabilitación de la iglesia de Sant Jeroni, se va a solicitar permiso a la Conselleria de Cultura para abrir otra cripta, en este caso la calificada como «ducal», situada a los pies del altar.

Según señalan los especialistas que están inmersos en este proyecto de excavación y documentación histórica, allí podrían estar los restos de Violante Díaz Jiménez, baronesa de Arenós y esposa de Alfons el Vell, sus hijos, entre ellos el sucesor del ducado, Alfons el Jove, y otros miembros de familia.

La confirmación, si se produce, avala que Sant Jeroni es, como ya se sabía, el segundo espacio religioso más unido sentimentalmente a los dos duques reales que tuvo Gandia. El primero, obviamente, es la iglesia de Santa María, la actual Colegiata, también fundada por Alfons el Vell y ampliada por su hijo y, cuando compraron el ducado, por los Borja.

En esta colegiata, la iglesia más importante de sus dominios y el centro religioso de su ducado, es donde se tiene la certeza que reposa el duque real, aunque sus restos nunca se han localizado. Ese era el destino lógico de Alfonso de Aragón y Foix, fallecido en Gandia en 1412, que dirigió lo que algunos historiadores definen como «un reino dentro del Reino de Valencia» y que, de no haber sido tan viejo, habría tenido aspiraciones de proclamarse rey en el Compromís de Casp.

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