No solo las rachas de viento, que en el litoral de Tavernes de la Valldigna sopló a velocidades cercanas a los 80 kilómetros por hora, fueron la causa del desplome, en la mañana de ayer, del toro de Osborne de Tavernes de la Valldigna, situado en el punto más alto de una colina, junto a la carretera Nacional 332.

Ese emblema, considerado patrimonio en toda España y que la justicia ha obligado a preservar allí donde se encuentra, fue víctima de un sabotaje. No se sabe cuándo ni si fueron una o varias personas las que subieron a ese lugar, cercano al restaurante de las Cinco Hermanas, y cortaron varios de los elementos que sujetan en el suelo la gran estructura metálica del toro. Efectivamente, el viento hizo el resto y solo se necesitaba paciencia.

Los autores sabían que solo tendrían que esperar a un temporal como el de ayer, con fuerte viento procedente del noreste, para que la plancha negra cortada en forma de toro hiciese el efecto vela y se viniera abajo al no soportar la enorme presión. El aire fue intenso durante la noche y, especialmente, por la mañana. Al chocar contra el suelo la imagen del astado ha quedado muy deteriorada.

Como pudo comprobar este periódico a mediodía de ayer, todo apunta a que para ese «trabajo», que supone un atentado al patrimonio cultural, se pudieron utilizar sierras radiales, dado que los cortes que se aprecian en los hierros son muy limpios.

De hecho, así lo ha reivindicado el grupo independentista Arran con un vídeo en Twitter.

El desplome del toro que durante décadas anunció por toda España el brandi de la casa Osborne sorprendió ayer a numerosos ciudadanos de Tavernes que, al pasar por la carretera nacional o la que conecta con la playa, comprobaron que ese elemento se había venido abajo.

No es la primera vez que eso ocurre. Como en su día publicó este periódico, en el año 2009 el toro de Osborne de Tavernes ya tenía enemigos declarados y ocurrió lo mismo que ahora. Primero se pensó que el viento lo había derribado sin ayuda de nadie, pero al inspeccionar la red de vigas de hierro que permiten anclarlo al suelo y mantenerse en pie en condiciones meteorológicas adversas, se vieron los cortes con las sierras radiales.4.000 kilos de hierro galvanizado

Los dueños del restaurante Cinco Hermanas, propietarios del terreno en el que se enclava, se pusieron en contacto con los talleres de la empresa Tajada, situada en la localidad gaditana del Puerto de Santa María, para construir un nuevo toro que, en octubre de 2009, fue llevado en piezas a Tavernes y montado en el mismo lugar que su antecesor.

Esa llamativa estructura de hierro galvanizado de 14 metros de altura, que ayer se desplomó, pesaba alrededor 4.000 kilos repartidos en una superficie de 150 metros cuadrados.

Al tratarse de un elemento considerado patrimonio cultural, la Guardia Civil podría iniciar una investigación para intentar aclarar la autoría de este segundo sabotaje.

En varias ocasiones el toro de Osborne de Tavernes de la Valldigna también ha sido víctima de pintadas en su superficie, pero desde hace años su imagen estaba siendo respetada.