La propuesta que en estos momentos tiene sobre la mesa el Ayuntamiento de Gandia de cambiar los usos permitidos en el polígono industrial de Sanxo Llop, autorizando que se puedan implantar establecimientos comerciales, ya tiene un elemento más de discusión que, sin duda, añade presión a los concejales del consistorio.
Según confirmaron ayer representantes de la multinacional francesa Conforama, dedicada a la venta de muebles y elementos decorativos del hogar, esta firma tiene la intención de invertir 10 millones de euros en la construcción y posterior apertura de la que sería su mayor tienda en la Comunitat Valenciana. Sobre una parcela de 9.000 metros cuadrados se levantaría una nave con 5.000 metros de área comercial y otros 4.000 de almacén. La misma firma considera que, con la apertura, se podrían generar alrededor de 80 nuevos puestos de trabajo.
Para que ello sea posible el Ayuntamiento de Gandia tiene que aprobar, y después la Generalitat ratificar, una modificación del Plan General de Ordenación Urbana en el sentido de permitir usos comerciales en el polígono industrial del hospital, algo para lo que, en estos momentos, no existe consenso entre los partidos políticos locales. Esa propuesta necesita el voto favorable de 13 de los 25 concejales, la mayoría absoluta del consistorio.
El escollo existente estriba en el principio de autorizar o no nuevas áreas comerciales en el extrarradio de Gandia. Los programas electorales del PP y de la coalición Més Gandia abogaban por no permitir más comercios fuera de la ciudad, mientras que el PSPV-PSOE y Ciudadanos (Cs) ya han manifestado que, en este caso concreto, son favorables a aprobar usos comerciales en Sanxo Llop.
Revalorización del suelo
Como en su día adelantó Levante-EMV, la propuesta surge de la empresa Aprusa, promotora del polígono, que paralizó las obras de urbanización hace años debido a la depreciación del valor de las parcelas y la consiguiente falta de rentabilidad del proyecto.
Para superar esta situación, Aprusa considera que una de las salidas sería permitir usos comerciales en una zona donde actualmente solo se permiten industriales, lo que revalorizaría inmediatamente el suelo. Según Aprusa, ese beneficio no repercutiría exclusivamente en la empresa, sino que el dinero que se obtendría de la venta de solares permitiría finalizar el polígono, para lo cual aún se necesitan unos diez millones de euros.
Para el ayuntamiento, al margen de la recaudación de impuestos que conlleva construir y abrir nuevos espacios comerciales, se obtendría un beneficio económico directo, cifrado en unos 7 millones de euros, dado que Conforama compraría la parcela que es propiedad municipal y de Aprusa, adquirida en 2010 precisamente con el objetivo de inyectar liquidez a la promotora, que en aquel año ya había anunciado que no disponía del capital necesario para acabar las obras del polígono.
La intención manifestada por Conforama, unido a la próxima apertura de un Decathlon en el polígono de Benieto, revela que ha vuelto el interés de grandes firmas por implantarse en Gandia, una ciudad que siempre ha mantenido un elevado potencial de atracción de empresas comerciales.
