Eso de tener una legislatura tranquila es algo que está muy lejos de conseguirse en Barx. En esta localidad se han producido cambios de partido por parte de concejales -incluso de un exalcalde, Miguel Miñana, que pasó del PSOE al PP tras perder las elecciones-, mociones de censura y pactos entre diferentes formaciones. Pero lo de ayer rozó lo esperpéntico, fue una vuelta de tuerca más al tradicionalmente movido panorama político del municipio.

El PP no se presentó al pleno en el que se debía debatir una moción de censura que este mismo partido planteó contra el alcalde, Miguel Donet, de Ciudadanos, junto a la concejala del PSPV, Adela Donet, ahora expulsada de esta formación. La candidata a tomar el relevo al frente de este ayuntamiento era la exalcaldesa popular, Maria Hernandis.

Pero a las 9 de la mañana, tres horas antes de que se iniciara la sesión, saltaba la sorpresa. Los promotores de la frustrada moción habían presentado un escrito en el que anunciaban su retirada. En el documento, al que ha tenido acceso este periódico, argumentaban que la expulsión por parte de los socialistas de su edil díscola hacía inviable su intento de acceder al Gobierno local. Esta cuestión, sin embargo, no era nueva.

Hacía ya varios días que se conocía que el PSPV de la comarca había expulsado a Adela Donet del grupo municipal. Lo que muchos no se explicaban ayer era cómo el PP de Barx había esperado al mismo día del pleno para retirar la moción de censura y no lo había hecho antes.

El documento que presentaron ayer, no tenía ninguna validez legal y por ello no se desconvocó el pleno. Pese a ello, los promotores de la acción que había motivado la convocatoria de esta sesión, no aparecieron.

En todo caso, el debate para el cambio en la alcaldía no se habría producido aún contando con la presencia de los cuatro concejales del grupo municipal del PP y de la edil trásfuga, puesto que la secretaria municipal leyó un informe en el que indicaba que «en estos momentos no se reúnen los requisitos para proceder a la votación», dada la salida de Adela Donet del grupo municipal socialista, que la convertía en trásfuga. De ese modo, su apoyo a la moción de censura quedaba invalidado en virtud del pacto antitrasfuguismo firmado por los partidos.

La secretaria llegó a constituir la mesa de edad, que estaba formada por un concejal de Ciudadanos como miembro de la corporación de mayor edad y una edil del mismo partido como la más joven.

A diferencia de lo que ha ocurrido en otras mociones de censura en la comarca, en este caso reinó la tranquilidad entre el público, ya que, como es lógico, los posibles seguidores del PP no se presentaron. El salón de plenos ni mucho menos se llenó. Sólo contó con unos pocos vecinos y miembros de Ciudadanos y del PSOE que al confirmarse el fracaso de la moción rompieron en un fuerte aplauso.