El Ayuntamiento de Gandia aprobó ayer, en un pleno extraordinario, el presupuesto municipal de 2017, que, más allá de las grandes y millonarias cifras, arroja dos novedades importantes. Por una, y quizás la más interesante para los ciudadanos, sienta la bases de una «normalización» de la estructura económica del consistorio que conducirá, según promesa del gobierno local, a una bajada de impuestos que materializará en el próximo año 2018.
La segunda, en una vertiente más política, la negociación y acuerdo sobre este presupuesto ha acercado a Ciro Palmer, portavoz de Ciudadanos (Cs), al gobierno de Gandia, lo que afianza la estabilidad del gobierno local de PSPV-PSOE y Més Gandia justo en el ecuador de la legislatura y garantiza un trayecto tranquilo, frente a la oposición de 12 concejales del PP, hasta las elecciones del año 2019.
Porque Ciro Palmer, que ya tenía asignada la delegación de relaciones con la Semana Santa, suma ahora dos áreas no menos importantes. Por una parte dirigirá el cierre de la empresa municipal Iniciatives de Comunicació, que todavía adeuda 1,5 millones a extrabajadores que fueron despedidos tras el cierre de Gandia Televisió. Y también se pone al frente de la gestión del Mercat Gandia, que abastece las tiendas de frutas y verduras, con la intención de revitalizarlo.
Esta participación en la gestión municipal no es, para Ciro Palmer, formar parte del gobierno, pero sí que sitúa a su partido entre los grupos «que aportan soluciones», algo que, según repitió ayer, hace «por responsabilidad». Queda claro que Palmer trasladará esos dos mensajes a la ciudadanía y a sus votantes. Por un lado, que no está en un gobierno «de izquierdas y nacionalista», pero sí aportando su esfuerzo a revertir una gestión que, durante la etapa del PP, considera que fue nefasta para la ciudad.
De hecho, la asunción de esas competencias delegadas por la alcaldesa prácticamente deja sin significado la imagen que el portavoz de Ciudadanos aún mantiene en el pleno, sentado en la misma bancada del PP, y en frente del gobierno, algo que hizo a raíz del famoso enfrentamiento por la protesta del concejal Xavier Ródenas ante el cardenal Cañizares por sus declaraciones sobre el colectivo homosexual.
El adiós a la empresa IPG
Respecto a los números, el presupuesto de 2017 ronda los 109 millones de euros en ingresos y los 108 en gastos, lo que permite seguir reduciendo la deuda. En la comparecencia que ayer protagonizaron Diana Morant, Lorena Milvaques y el propio Ciro Palmer, defendieron que se trata de unas cuentas que «inician la recuperación económica y preparan el camino para bajar los impuestos en 2018». La alcaldesa también dijo que se trata de presupuestos «triplemente avalados», en referencia a que la realidad demuestra que son aplicables, que están basados «en el sentido común» y que han sido aceptados por los técnicos del Ministerio de Hacienda para garantizar el cumplimiento del Plan de Ajuste.
El presupuesto, finalmente, ya contempla la desaparición de IPG, la empresa municipal que, durante una década, fue un lastre económico y una máquina de crear deuda para el consistorio.
El PP, que fue el único partido que votó en contra, señaló, en boca de Guillermo Barber, que estos presupuestos se han aprobado, entre otros motivos, para dar cumplimiento a los deseos del concejal Ciro Palmer.
