Un gran número de vecinos está más que molesto con el Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna, como se puede comprobar estos días a través de las redes sociales. El motivo es la nueva acera construida en la esquina entre las calles Mitja Galta y la Barca, una obra que ya ha causado algún problema a más de un coche.

El objeto de controversia en cuestión es la punta que subyace del bordillo ubicado justo en el cruce, un punto en el que, o bien los vehículos giran a la izquierda o siguen hacia abajo para acceder a la calle la Mar (que da acceso a la calle Major). Hasta ahora, Mitja Galta se unía con la Mar en línea recta. Los vehículos que circulaban en esa dirección, habitualmente, lo hacían sin aminorar la marcha (normalmente una velocidad más alta de lo que marca la ley). Con la nueva obra, sin embargo, están obligados a frenar. De seguir circulando de la misma forma en que se hacía hasta el momento, tropezarán con sus ruedas con el nuevo bordillo que ha construido el ayuntamiento, pudiendo ocasionar un daño importante a su vehículo.

La exagerada salida de esa acera tiene, además, otra consecuencia. Aquellos que opten por girar a la izquierda, en dirección a la playa, están obligados a hacer una maniobra para sortear el pico. Se trata de abrirse ligeramente a la derecha, donde hay un paso de cebra, para después volver a girar en la otra dirección, algo que para los usuarios no ha hecho más que complicarles la vida.

El objetivo de esta obra es, precisamente, que los vehículos reduzcan la velocidad al llegar al cruce. La concejala de Servicios Urbanos, Llum Sansaloni, señalaba ayer a este periódico que se trata de un punto «muy conflictivo» para el tráfico hasta el punto de que «incluso se han producido atropellos». El proyecto buscaba una forma de reducir la velocidad al mismo tiempo que se hacían más accesibles los vados y se permitía recoger las aguas pluviales, en tanto que se trata de una calle en pendiente. «Es una obra muy complicada y que aún no está acabada. Falta por actuar en las aceras de enfrente y cuando esté todo en conjunto es cuando se podrá valorar si es o no positivo», indicaba Sansaloni. «Lo que queremos es que la gente aminore la marcha y, si puede parar, mejor que mejor».

«¿Y no habría sido mejor poner un ´Stop´?», se preguntaba Lorena Bononad, una vecina, en Facebook. Otra, Rosa Romero, opinaba simplemente que «¡fatal!», mientras que Amalia Vercher señalaba que «supone una molestia para pasar con el coche, tienes que hacer mucha maniobra».