Una quincena de vigilantes del hospital Francesc de Borja de Gandia, pertenecientes a la empresa Marsegur, se concentraron ayer a las puertas del centro para manifestar su protesta por el recorte de salarios que ha aplicado esta firma desde que asumió la gestión, cedida por otra mercantil, Seguridad Integral Canaria.

Los trabajadores denuncian que han perdido hasta 400 euros mensuales, que aún se les adeudan salarios atrasados y que la cesión de una empresa a otra no ha seguido los preceptos legales.

Los trabajadores están de huelga desde el lunes pero, por iniciativa propia, han establecido unos servicios mínimos.

En este conflicto entienden que la Conselleria de Sanidad ha tenido una «actitud tibia», mientras que responsables de la Conselleria de Transparencia les manifestaron su sorpresa por la falta de control en la cesión del servicio de una empresa a otra.

Los trabajadores, que han encontrado el apoyo del Gobierno de Gandia a través de la concejala de Sanidad, Liduvina Gil, estudian una huelga de hambre si no se soluciona el conflicto.