Parece que el efecto disuasorio que se persigue con las multas por parte de la Policía Local de Gandia no acaba de calar. Lo demuestra el hecho de que, desde que ha empezado el varano, fin de semana tras fin de semana ha ido aumentado el número de sanciones impuestas por parte de los agentes a aquellos que incumplen las ordenanzas municipales y arman escándalo en calles o pisos, molestando a los vecinos.

Entre el viernes y el domingo pasado, los agentes impusieron un total de 110 actas sancionadoras. De estas, llaman la atención las 47 que se levantaron por comportamiento incívico dentro de viviendas particulares, una de las prácticas que más denuncian los vecinos por la molestia que supone, primero, que estén armando escándalo dentro del piso que alquilan y, después, por los daños que habitualmente causan en las zonas comunes de los edificios.

Por otra parte, se contabilizaron nueve denuncias por practicar botellón, once por los conocidos como coches discoteca y otras 18 sanciones por gritar en la calle.

Otra de las actuaciones que llevaron a cabo los policías en la playa de Gandia fueron 16 incautaciones de droga y también se realizaron seis aprehensiones con multitud de material falsificado que portaban vendedores ambulantes, especialmente ropa. Además, los agentes se vieron obligados a actuar en una pelea.

Todas estas acciones se enmarcan en la lucha que desde el Ayuntamiento de Gandia están llevando a cabo contra el llamado turismo de borrachera y el daño que este ha generado a la imagen de la ciudad durante tantos años.

El gran número de multas que se registran cada fin de semana son una muestra de lo complicado que va a ser cambiar esa tendencia. Desde el Gobierno local, sin embargo, están dispuestos a realizar un gran esfuerzo.