El alquiler de patines, también conocidos como hidropedales, es uno de estos alicientes para divertirse en un día de playa. Sin motor, accionados por pedales como una bicicleta y con un pequeño timón, permiten pasear por la costa -entre la escollera del puerto y el límite con las dunas de l'Auir- y disfrutar de otra perspectiva diferente de Gandia, con vistas a la multitud de sombrillas que estos días compiten por hacerse un hueco y, más allá, el paseo, con sus tiendas, restaurantes y edificios de apartamentos y hoteles.
El servicio lo gestiona desde hace tres temporadas la empresa Hidromotor Solar. El contrato de un año se adjudicó en el verano de 2015 y era prorrogable para las temporadas 2016, 2017 y 2018. El canon municipal que abona la empresa es de 20.288 euros. El pliego de condiciones establece que el servicio debe ir de abril al 30 de septiembre. «En realidad la época de trabajo fuerte son dos meses, julio y agosto, pero hacemos este esfuerzo, como quiere el ayuntamiento, para contribuir a alargar la temporada turística», explica Rubén Miralles, portavoz de la adjudicataria en Gandia.
La empresa está radicada en el municipio de Campillos (Málaga) y fabrica diferentes embarcaciones de recreo y deporte, entre ellos los mismos patines que ofrece en Gandia y en otras playas de España. Su innovadora manera de tratar el plástico permite que los modelos tengan atractivos colores y formas, y así simulan a un cisne, un dragón o un coche, por ejemplo, una diferencia respecto a la anterior contrata, que sólo disponía de un modelo de hidropedal.
Además, todas las embarcaciones tienen toboganes, situados en la parte frontal o en la lateral y de diferentes alturas. No obstante, la empresa ya ha encargado a la central patines sin tobogán y espera traerlos a Gandia antes de que finalice esta temporada.
En total hay 49 patinetes distribuidos a lo largo de siete puntos, emplazados en la arena a la altura de las calles Cibeles, Illes Canàries, Armada Espanyola, Vicent Calderón, d'Astúries, Castella-Lleó y avenida del Nord.
El horario del servicio es de 10.30 h a 20 horas en julio y agosto, y de 11 h a 19 h el resto de la temporada. El precio del alquiler es de 20 euros por una hora. La empresa tiene nueve trabajadores en Gandia, tres de ellos con el título de patrón de embarcación.
Los patines salen al mar por un canal amplio y balizado. Deben empezar a navegar a partir de 200 metros desde la arena, para respetar la zona de baño, y pueden hacerlo hasta 400 metros más, aproximadamente donde acaba la escollera, aunque rara vez los usuarios se adentran tan lejos.
En la pasada temporada la empresa gestionó 3.000 salidas, por lo que cerca de 12.000 bañistas disfrutaron de este servicio, que se consolida en la playa de Gandia. Padres con sus niños y jóvenes suelen ser los clientes más habituales de los hidropedales
