El pasado era un fin de semana complicado en la playa de Gandia. A la actividad habitual del verano durante los viernes, sábados y domingos en la costa, se sumaba el hecho de que el martes, 15 de agosto, era festivo. Eso hizo que muchos se cogieran un buen puente y se desplazaran hasta la capital de comarca de la Safor a pasar unos días de descanso.

Una vez más, los agentes de la Policía Local tuvieron trabajo intentando evitar que se incumpliera, sobre todo, la ordenanza de convivencia cívica con acciones que tanto indignan y molestan a los vecinos.

Así, a lo largo de todo el puente, los agentes impusieron 188 multas. De estas, un total de 12 fueron por practicar botellón en la ´via pública. Además, hubo otras 24 denuncias por orinar en la calle y se llevaron a cabo 20 incautaciones de sustancias estupefacientes. Por otra parte, los policías también realizaron 20 aprehensiones de material falsificado o venta ambulante de productos alimenticios que se intentaban vender por la playa a los turistas.

Además, se impusieron 13 sanciones por alteraciones del orden público.

Pero lo más llamativo, sangrante y preocupante a la vez es que, pese al trabajo que está realizando la Policía Local, el Ayuntamiento y los empresarios y entidades que forman parte de la Mesa de Turismo es que, semana tras semana, se siguen acumulando decenas de denuncias por chillar en la calle o por ruido en las viviendas o por coches discoteca.

El pasado fin de semana, los agentes impusieron 33 sanciones a pisos donde se estaba armando ruido y otras 56 por proferir gritos en plena calle a altas horas de la madrugada.

Por último, los agentes impusieron 13 denuncias a coches que se encontraban con las puertas de par en par y la música a todo volumen, los llamados «coches discoteca».

En lo que va de verano han sido miles las denuncias que han impuesto los agentes de la Policía Local en su constante lucha contra las prácticas incívicas que tanto molestan a los vecinos.

Desde el pasado año, el ayuntamiento ha endurecido las medidas contra quienes practican acciones que provocan molestias a los vecinos y veraneantes. Una muestra de ello es la prohibición de que puedan actuar charangas y batucadas en plena calle durante las típicas despedidas de soltero que cada fin de semana acoge la ciudad. La policia ya ha impedido a algunas de ellas empezar a tocar.