Los alcaldes de la Safor, que recogen en sentir de los ciudadanos de cada municipio, están hartos de los problemas que está generando la superpoblación de jabalís en esta comarca. Y ya no se trata únicamente de los daños que causan a la agricultura, en muchos casos importantes, sino también de los accidentes de tráfico en carreteras secundarias, casi siempre durante la noche, y el temor que su presencia ha generado en algunas localidades, donde estos cerdos salvajes han llegado a adentrarse buscando comida siguiendo el olor de los contenedores de basura.

Convocados por el concejal de Medio Ambiente de Villalonga, Vicent Rocher, una decena de alcaldes o concejales abordaron esta situación junto a agricultores y cazadores con el fin de buscar fórmulas para hacer frente a la «plaga» que supone la masiva presencia de este mamífero que, al no tener depredadores naturales, se reproduce con rapidez.

Entre otros, asistieron representantes de los ayuntamientos de Ròtova, Almiserà, Potries, Rafelcofer, la Font d'en Carròs, Ador y Llocnou de Sant Jeroni y, según Rocher, todos coincidieron en la escasa capacidad de los ayuntamientos para solucionar un problema que ha ido a más en los últimos años.

Desde el ámbito municipal, se ha propuesto obligar a los propietarios a limpiar bancales abandonados, dado que entre esa maleza se refugian manadas de jabalís. Esa medida ya fue adoptada por el Ayuntamiento de Almiserà en una ordenanza que entró en vigor a principios del pasado verano, pero se considera fundamental extender las acciones en el territorio porque, de lo contrario, los animales salen de un lugar para esconderse en otro y el combate para evitar que estén cerca de los pueblos resulta del todo ineficaz.

En segundo lugar, los alcaldes consideran que otras administraciones deben adoptar sus propias medidas. Al Gobierno español se le va a exigir, por enésima vez, que cambie su política de gestión en los cauces de ríos y barrancos porque el abandono al que han sido sometidos durante los últimos años por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar ha generado muchos problemas, entre ellos ese incremento de la población de jabalís.

Las manadas que bajan de las montañas ya no tienen la necesidad de regresar porque se ocultan perfectamente entre el espeso manto de cañares que cubren la mayor parte de los cauces fluviales de la comarca. De hecho, se ha constatado que en muchos casos los jabalís han creado su hábitat entre esa tupida vegetación.

Para la Generalitat también hubo mensaje. Los alcaldes, agricultores y cazadores creen que la Conselleria de Medio Ambiente debería plantearse de una vez por todas cómo se puede evitar que miles de hectáreas de bosque estén llenos de maleza por falta de limpieza, especialmente el que está situado cerca de los núcleos habitados. Hoy en día nadie aprovecha la vegetación seca del monte bajo y, esos espacios junto a las extensiones de cultivos abandonados, suponen otra factor a favor de la proliferación de jabalís.

Además de los daños a la agricultura y al medio ambiente, los animales sueltos que ocupan un espacio urbano al que antes no acudían están causando accidentes de tráfico, especialmente por la noche y en carreteras secundarias. La de la Font d'en Carròs a Oliva es una de ellas, como también lo es la que comunica Ador y Villalonga, donde no hace mucho dos jóvenes de esta primera localidad resultaron heridos de gravedad al colisionar la moto la que iban con un jabalí que cruzaba.