María Pilar Morera y su marido todavía no se creen lo ocurrido. El pasado lunes por la noche, cuando estaban viendo la televisión notaron un crujido en la vivienda que ambos compraron hace 12 años en la calle Cavallet de Mar de la playa de Oliva. «Mi marido me dijo que si había algún bicho rascando por el suelo, porque oíamos como si se moviera algo. Me preguntó por el perro, pero lo teníamos controlado y de repente se produjo un corrimiento del suelo. Mi marido se cayó del sofá y la lámpara fue a parar a su cabeza. Nos quedamos helados. Menos mal que yo me agarré al marco de la puerta porque, si no, habría caído también en el agujero».

La mujer, con quien ayer habló este periódico, señala que han tenido que irse a vivir a otra vivienda porque la estructura, como se evidencia en las imágenes, peligra.

Pilar apunta a la posibilidad de que en el suceso hayan influido las obras de mejora de la Vía Ronda de la playa. Según han asegurado los técnicos que ella misma contrató para inspeccionar la casa, el paso de vehículos pesados de manera constante por la propia calle habría acelerado el hundimiento de las estancias ubicadas en el ala sur de la vivienda.

Salieron de casa «con lo puesto»

Como un dominó, tras la estancia en la que estaba el matrimonio, cayeron también ha habitación principal y se movió un a parte del segundo dormitorio. Inmediatamente llamaron a sus hijas y tuvieron que marcharse «con lo puesto» ante el cariz que tomaba aquello y la posibilidad de derrumbe de la vivienda, que adquirieron hace doce años y que se había construido en alto para evitar posibles inundaciones de la zona En todo este tiempo no se ha modificado la estructura, sino solo obras menores en distintas estancias, según señala la propietaria.

Según la inspección, la parte inferior del inmueble está hueco y las viguetas podrían estar dañadas. Según los técnicos que acudieron al lugar le informaron que «el tráfico de excavadoras, hormigoneras y camiones con una elevada carga por la calle habrían generado vibraciones y ese se apunta como el efecto que ha provocado o, al menos acelerado el hundimiento del suelo, porque la otra media parte de la casa está perfecta», indica Pilar.

El matrimonio ya prepara un escrito al ayuntamiento contando lo que ha pasado, aunque saben que la responsabilidad de las obras de la Vía Ronda es de la Generalitat Valenciana y desconocen si tendrán algún seguro especial para cubrir los daños.

El consistorio, por su parte, ya ha ordenado que técnicos municipales acudan al lugar para realizar la debida inspección y tratar de determinar las causas del derrumbe, sobre todo si se deben a las obras de la Vía Ronda.