Técnicos de la Conselleria de Educación visitarán hoy la Font d'en Carròs para inspeccionar los locales de titularidad municipal y otros que pudieran ponerse a disposición de la Administración para, a la mayor brevedad posible, habilitar allí las aulas que ocuparían los alumnos del centro público Francesc Carròs.

Este hecho supone una victoria de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) y del ayuntamiento, que desde la pasada semana exigen a Educación que se desaloje, en todo o en parte, el colegio público, construido en 1961 y sin reformas posteriores, por considerar que ese edificio no es seguro.

La protesta incluye, como medida de fuerza, que los alumnos no entren en clase por indicación de sus padres, y eso es lo que ha motivado la reacción de la Conselleria de Educación que, ahora sí, ya plantea el desalojo total o parcial del viejo colegio hasta que se construya el nuevo centro que ya está proyectado.

Junto a la inspección de locales, los técnicos de Educación también mirarán la posibilidad de terrenos acondicionados para poder ubicar barracones, algo que, según señalaron fuentes del departamento que dirige el conseller Vicent Marzà, no sería inmediato.

El AMPA, que está respaldada por el ayuntamiento, decidirá a finales de esta semana si los alumnos regresan al colegio la próxima semana, algo que dependerá mucho de la respuesta que se dé por parte de la Administración autonómica. La Generalitat, como ya ha informado este periódico, solicitó a los padres, y también al ayuntamiento, que mientras se buscan soluciones urgentes los alumnos vuelvan a las aulas lo antes posible.