El Ayuntamiento de Gandia se ha comprometido llevar a cabo las obras para poder dar por finalizada la urbanización que, hace más de diez años, se inició en la zona del Camí Llosar-Montesol, en Marxuquera Alta. A iniciativa de los vecinos, una representación de ellos se reunió con la alcaldesa de la ciudad, Diana Morant, la vicealcaldesa, Lorena Milvaques, y el coordinador de Urbanismo, Vicent Mascarell, para abordar una cuestión que preocupa a la mayoría de los afectados.

En ese encuentro, al que también acudieron técnicos municipales, las autoridades locales se comprometieron a encargar un informe técnico sobre qué es lo que falta por ejecutar para que se pueda certificar el final de obra.

A partir de ese documento el ayuntamiento licitaría las obras necesarias y las ejecutaría para que estuviesen terminadas, si es posible, en esta legislatura.

Según señalan representantes vecinales, la situación es tan lamentable que algunas infraestructuras construidas cuando se ejecutaron las obras de urbanización probablemente no sirven. Entre ellas está el sistema de distribución de electricidad, cuyo estado no permitirá meter los cables para llegar a cada parcela. En estas circunstancias, Iberdrola deberá mantener el cableado aéreo y olvidarse de soterrar los cables.

En esa reunión, los vecinos señalaron que les falta por pagar la última cuota de la urbanización, y que ese compromiso debe mantenerse. Es decir, que el ayuntamiento lleve a cabo las obras necesarias sin solicitar más dinero a los propietarios.

En las actuales circunstancias, con decenas de viviendas fuera de ordenación y con las obras de urbanización paralizadas desde hace años, el ayuntamiento no puede conceder licencias a los inmuebles, lo que acarrea numerosos problemas a los propietarios.

Los proyectos de urbanización de las distintas zonas de Marxuquera, en las que durante décadas se construyó sin licencia y sin las mínimas infraestructuras, ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Gandia. No solo por el elevadísimo coste económico que supuso prometer cuotas a los propietarios por debajo del valor real del as obras, sino porque en muchos casos los problemas técnicos han encarecido esas actuaciones, e incluso han obligado a mantenerlas paralizadas durante años.

Hace unas semanas los propietarios de la urbanización Montepino también propusieron medidas para urbanizar la zona, en la que hay órdenes de derribo de viviendas por ser ilegales.