La práctica deportiva en los municipios de la Safor es ahora más accesible y se puede realizar en mejores condiciones por el salto cualitativo que han experimentado las instalaciones de la comarca. Las ayudas de la Diputació de València a través de sus distintos planes provinciales han servido para impulsar la creación y acondicionamiento de numerosas infraestructuras deportivas. Con una inversión de más de 850.000 euros a través del Plan de Instalaciones Deportivas, el de Infraestructuras Financieramente Sostenibles (IFS), el Plan Provincial de Obras y Servicios, el nuevo SOM, y ayudas específicas a los municipios, los habitantes de la Safor pueden practicar deporte en sus polideportivos, piscinas e instalaciones renovadas y con todas las funcionalidades propias de estos espacios para favorecer un mejor rendimiento.

Un ejemplo es Gandia, que ha visto como el campo de fútbol Guillermo Olagüe disfruta de nuevo césped artificial, tras haber invertido cerca de 220.000 euros en su sustitución, una obra muy demandada por la ciudadanía de la localidad. De la misma manera, la capital de la Safor ha conseguido rehabilitar las pistas polideportivas del pabellón del Raval, incluyendo las zonas dedicadas a la práctica de voleibol y patinaje.

Mejoras en toda la comarca

Pero no solo los municipios más poblados de la comarca han mejorado las condiciones de sus infraestructuras en materia deportiva; muchas localidades pequeñas han empleado las ayudas de la Diputació con este propósito. Es el caso de Almoines, que cuenta con una piscina infantil renovada y perfectamente acondicionada con presupuesto de la institución provincial.

Se trataba de una demanda de los vecinos y vecinas del municipio, ya que la instalación tenía fugas, lo que llevaba a importantes pérdidas de agua, según ha señalado el teniente alcalde de Almoines, Jordi Escrivà. Con la reparación además se ha vallado toda la zona, cambiando el hierro de las barandillas por aluminio, lo que «ha dado respuesta a una necesidad de la ciudadanía», ha indicado Escrivà.

También es el caso de Bellreguard, que dispone de una cancha de baloncesto con una cubierta totalmente nueva, con una inversión global de 268.000 euros realizada en dos fases con ayuda de la institución provincial. El presidente, Jorge Rodríguez, visitó esta localidad de 4.600 habitantes en la Safor para comprobar la finalización de una obra que, como la gran mayoría de las financiadas por la Diputació, «responden a las necesidades de los municipios y las reivindicaciones vecinales, mejorando la calidad de vida de las personas».

Localidades como Palmera, Palma de Gandia, Benifairó de la Valldigna, Daimús y Potries también han mejorado sus infraestructuras deportivas con la ayuda de la Diputació, de la misma manera que Beniarjó, que a través del Plan de Instalaciones Deportivas ha acondicionado con 35.000 euros el revestimiento de su piscina municipal y de las duchas, así como la pista de mini básquet.