Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

30 años del diluvio

"Así medí el récord de lluvia en España"

Juan Canet rememora cómo registró los 817 l/m2 caídos en Oliva el 3 de noviembre de 1987

"Así medí el récord de lluvia en España"

El 3 de noviembre de 1987, como todos los días, Juan Canet Cañamás (84 años) comenzó su trabajo en la Cámara Agraria de Oliva. Él era el administrativo, pero, siguiendo la tradición de la entidad, también se encargaba de mantener una estación meteorológica perteneciente a la red termopluviométrica secundaria del entonces Instituto Nacional de Meteorología (INM), hoy Aemet, con el indicativo '8058A'. El lugar para instalar el pluviómetro, el único oficial que existía en la ciudad, se había escogido por ser un punto alto y diáfano, situado junto al centro histórico.

Aunque Juan era el responsable de la estación, a veces, algún compañero como Vicent Collado o Miguel Bernabeu -este último el cabo de los guardas rurales-, se turnaban con él para recoger el agua precipitada a las 8 de la mañana. Aquél día oyeron que tanto el río Alfadalí como la rambla de la Gallinera, al sur de Oliva, iban crecidos. En esos momentos no llovía sobre la ciudad, pero sí lo hizo con gran intensidad durante la madrugada en las sierras prelitorales de las comarcas centrales.

El cielo esos días andaba revuelto. La lluvia había empezado a caer un domingo de Tots Sants y arreció en los días siguientes. Pero lo peor estaba por llegar. A las 11 de la mañana ya descargaba de forma torrencial sobre Oliva. Sobre las 14.30 horas la lluvia cesó, pero luego siguió jarreando hasta la madrugada del día 4. Vicent y Juan se acercaron al río Alfadalí, en la carretera de Pego, pero al ver el panorama y llegarle el agua hasta las rodillas, regresaron.

"Mai havia vist ploure així", confiesa Juan. Y en efecto, hasta hoy esa cifra no se ha superado. A las ocho de la mañana del día 4 de noviembre se habían alcanzado los famosos 817 l/m2, que años después Aemet certificó como el récord pluviométrico en 24 horas en España, hasta ahora no superado en ningún otro lugar del país. Gran parte de esa cantidad se acumuló en apenas 6 horas, entre las 8.30 h y las 14.30 horas.

La medida de los 817 l/m2 puede ser incluso inferior a la real, ya que se perdía agua cada vez que se vaciaba el aparato para seguir recogiéndola y había que estar muy atento para que no se desbordara. La capacidad máxima de los pluviómetros que se instalan en esas estaciones es de 200 l/m2. "Ese día vaciamos el pluviómetro unas cinco veces", dice Juan, así que la cifra podría haber sido mayor. Para esta labor fue fundamental la ayuda de Vicent y Miguel.

También cabe matizar que se trata del mayor récord documentado. De hecho, es probable que en Gandia, en el paraje de la Caldereta, en aquella misma jornada lloviera más que en Oliva -se especula que fueron 890 l/m2-, pero al no existir ninguna constancia oficial el título del día pluviométrico lo sigue ostentando Juan Canet con su medición. Además, lo hizo de forma manual ya que en aquella época no existían sistemas informáticos en tiempo real.

Juan es uno de los cientos de observadores voluntarios que tenía el INM. Compaginaba su trabajo en la Cámara Agraria con otro como docente de Formación Profesional en el actual IES Gabriel Ciscar, profesión esta última con la que siguió hasta su jubilación. En octubre de 2007, lamentándolo mucho, Juan comunicó al director del Meteorológico que no podía seguir haciéndose cargo de la observación diaria, por las limitaciones físicas de su edad y porque le costaba acceder a la azotea.

Así que con la retirada de Juan de la observación meteorológica también se cerró la historia del observatorio «8058A». El pluviómetro, que había empezado a funcionar el 1 de marzo de 1968, hace casi 50 años, se quedó huérfano el 13 de noviembre de 2007.

Los responsables de la Cámara Agraria le regalaron el aparato, que tiene en su casa. Desde hace años el edificio que albergó la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos está abandonado, con el techo prácticamente desplomado. En diciembre de 2007, al cumplirse 20 años de la riada, Aemet corroboró el récord de Oliva.

Y después llegaron los reconocimientos. El 24 de marzo de 2008 fue galardonado con uno de los tres Premios Nacionales de Colaboración Meteorológica concedidos por el Ministerio de Medio Ambiente, dirigido entonces por Cristina Narbona, por su constancia y su trabajo tan meticuloso a la par que altruista. Para Juan fue una jornada muy emocionante: «Vino un coche oficial a Oliva a recogernos a mi mujer y a mí, nos alojaron en un hotel de Madrid, y saludamos al premio Nobel de la Paz», en referencia a Rajendra K. Pachauri, que dio una conferencia sobre el cambio climático.

Pero Juan no ha parado de seguir anotando la lluvia que cae sobre Oliva, para asombro de su mujer, Pepita, sus tres hijos -María José, Juanjo y María Amparo- y seis nietos. Es más, todavía utiliza el mítico pluviómetro, que tiene plantado en medio de la terraza de su casa, y se distrae apuntando los resultados los días de lluvia en una pequeña libreta.

Su afición y la proeza de haber medido la lluvia aquél día tan difícil para la Safor es conocida por sus convecinos. De hecho, tras un día lluvioso le siguen parando por la calle y preguntándole; "Xe, Juan, ¿ahir quant va ploure?".

Compartir el artículo

stats