El mercado inmobiliario suele ralentizarse en la Safor en el tercer trimestre del año. Así lo reflejan las estadísticas del Ministerio de Fomento y, pese a la recuperación apuntada por el sector en la primera mitad de 2017, el ciclo se ha repetido este año entre julio y septiembre con una caída del número de transacciones del 19 % respecto del trimestre anterior. En esa época se logró la mejor cifra en el número de compraventas desde antes de la crisis. Con todo, y pese al significativo descenso, las 721 operaciones formalizadas representan el mejor registro en un tercer trimestre desde el año 2007, en que el Ministerio contabilizó 1.316 transacciones.

De hecho, una comparación con el año anterior permite constatar cómo cada trimestre se superan las cifras registradas en 2016 -un 11,6 % en el caso de los datos de julio a septiembre-, aunque las estadísticas publicadas esta semana por el Ministerio de Fomento revelan otra realidad, que es el mercado de la vivienda de segunda mano el que concentra la mayor parte de la actividad o, en el caso del trimestre anterior, prácticamente toda la actividad, ya que 665 operaciones de las 721 formalizadas tuvieron por objeto una vivienda usada, lo que representa un 92 % del total.

De hecho en lo que va de año el porcentaje de vivienda usada que se ha vendido supone un 90% del total de las operaciones que se han registrado entre enero y septiembre (2.045). La vivienda usada ya era la que en los últimos años había tirado del sector y generaba una mayor actividad trimestre tras trimestre, con registros muy elevados.

De las tres grandes localidades, Oliva ha sido la que ha roto la tendencia que suele perseguir a este periodo y se ha apuntado un mayor número de operaciones, al pasar de 137 a 148, en lo que es su mejor cifra de todo el año. Tavernes de la Valldigna, por su parte, ha sufrido un descenso de operaciones al pasar de las 81 de entre marzo y junio a las 62 que se registraron entre los meses de julio y septiembre.

En este periodo hay cuatro municipios que no han registrado ni una sola operación. Se trata de Alfauir, Beniflà, Castellonet de la Conquesta y Llocnou de Sant Jeroni. Una localidad en la que habitualmente no se suelen cerrar operaciones, Almiserà, sí que ha registrado una en el tercer trimestre del año. En este municipio, en lo que va de 2017 se han cerrado dos transacciones.

Muchas de las operaciones que se cierran son de pisos que pertenecen a los bancos y que fueron retirados a familias que, debido a la crisis dejaron de pagar sus hipotecas.