El PP de Gandia no escondió a nadie que quería un campo de golf en el marjal. Lo llevaba en su programa electoral de 2011, cuando logró mayoría absoluta para gobernar la ciudad. El problema de una actuación así, sin embargo, han sido las leyes de protección de las zonas húmedas, como está catalogada esta zona de 1.250 hectáreas que se extiende por Gandia, Xeresa, Xeraco y Tavernes de la Valldigna.
El golf, además, tiene muy mala propaganda entre los ecologistas, de manera que la iniciativa del exalcalde, Arturo Torró, generó rechazo en la calle y protestas en las instituciones. Una de las más sonadas fue la aprobación del Plan Especial del Marjal en el pleno, una sesión tensa que acabó con el precipitado abandono de los concejales de Compromís.
La ubicación de un campo de golf en Gandia sigue siendo una aspiración del PP, y también de Ciudadanos, pero los dos grupos del Gobierno local, PSPV-PSOE y Més Gandia, rechazan que una instalación así pueda ocupar espacios que, por sus valores ambientales, están protegidos.
