El Ayuntamiento de Gandia ha abierto un procedimiento para que la Generalitat Valenciana declare Bien de Relevancia Local (BRL) la alquería o ermita de Martorell, situada en la partida del mismo nombre, junto a la urbanización que se terminó hace años entre Benipeixcar y el Raval.
La petición tiene dos objetivos claros. Por una parte, elevar la protección de ese edificio al mismo nivel que ya figura en otras ermitas de Gandia. Por otra, precisamente esa declaración de BRL permitirá poder optar a ayudas de la Generalitat o de la Diputació de València destinadas a la restauración de patrimonio histórico en peligro.
La alquería de Martorell figura, justamente, entre esos bienes que han quedado olvidados. A pesar de que fue el propio ayuntamiento el que, en 2010, adquirió el inmueble mediante un acuerdo con la empresa promotora de la urbanización Benipeixcar-3, hasta ahora no se ha podido hacer nada por poner en valor un referente histórico de la ciudad.
La alquería de Martorell fue, según todos los indicios, propiedad de un tío de Joan Martorell, el autor del Tirant lo Blanc, que vivió en la Gandia del siglo XV, durante el periodo de los duques Alfons el Vell y Alfons el Jove. Después, cuando el ducado pasó a los Borja, allí se construyó un «trapig» destinado a la elaboración del azúcar procedente de la caña.
Según señaló a este periódico el concejal Xavier Ródenas, la idea es, todavía dentro de esta legislatura, poder disponer de alguna partida económica que permita al menos acometer una primera fase de restauración. En la anterior legislatura se detectaron filtraciones de agua y algunos elementos que amenazaban con desprenderse del techo, por eso se destinó una mínima inversión para una cubierta provisional y en el tapiado de las puertas y ventanas que evitaron el acceso a todo el recinto.
Por su ubicación, plenamente integrada ya en la trama urbana de Gandia, Martorell es, para muchos, un espacio magnífico para ponerla en valor y aprovecharlo para uso público, pero es mucho el patrimonio que la ciudad tiene pendiente de restaurar, como la Torre dels Pares o la cercana ermita de Sant Vicent, casi en ruinas.
