La presión que durante décadas, y especialmente en los últimos años, han ejercido administraciones y ciudadanos para que el Ministerio de Fomento construya la prolongación del tren de cercanías de Gandia a Oliva y Dénia surtió efecto a finales del pasado 2017 cuando Iñigo de la Serna incluyó la obra en el plan nacional de Cercanías. Era un logro pero no está todo hecho. Ahora falta pelear por que esa infraestructura llegue a todos los vecinos de la comarca de la Safor en las condiciones en que realmente la necesitan.

El secretario autonómico de Vivienda, Obras públicas y Vertebración del territorio, Josep Vicent Boira, se ha comprometido a exigir al Ministerio de Fomento que la obra de prolongación de la línea férrea incluya la construcción de una estación en el término municipal de Bellreguard, que daría servicio, además, a Palmera y l'Alqueria de la Comtessa.

De no hacerse este apeadero, el paso de la vía tampoco acabaría por solucionar nada a los ciudadanos de estas localidades, en tanto que seguirían viéndose obligados a desplazarse en coche a Gandia u Oliva para coger el tren.

Boira mostró su total apoyo a la reivindicación que le trasladaron los alcaldes de Bellreguard y Palmera, Àlex Ruiz y Àlvar Català respectivamente, en una reunión que mantuvieron el pasado miércoles en València. El dirigente ya ha anunciado que hará llegar la propuesta a los técnicos del ministerio y peleará por que se incluya en el proyecto final del trazado.

«Que el tren de la costa sea una ventaja o una nueva barrera a la movilidad comarcal depende de si hay o no una parada que beneficiaría más de 15.000 personas, que se triplican en verano, o una vía que se sumaría al obstáculo que supone la N332, un tren de paso sin ningún beneficio para los vecinos de la zona, que deberían seguir desplazándose en vehículo propio en Gandia o Oliva para hacer uso», señaló el alcalde Bellreguard, Àlex Ruiz.

Una reivindicación histórica

La reunión en la conselleria es la última de las acciones efectuadas por el Ayuntamiento de Bellreguard tras aprobar la coordinación con los alcaldes de las otras poblaciones afectadas o las alegaciones presentadas al proyecto del Ministerio, que no contemplaba la bajada en este término, según señalaron desde el consistorio a través de un comunicado.

La reivindicación de una parada en esta localidad no es nueva. Como publicó este periódico, se remonta a 1912, hace 116 años, cuando el pleno del 30 de junio reclamaba a la Compañía de Ferrocarriles del Norte la instalación un paradero de la línea Carcaixent-Dénia. Una reclamación a la que se sumó, como valedor, incluso, el hijo adoptivo y predilecto de Bellreguard y entonces arzobispo de Burgos Juan Bautista Benlloch, el conocido Cardenal Benlloch.

En el tema de la movilidad, los municipios de la comarca de la Safor van de la mano. El tren es un ejemplo, pero también lo están en la liberalización de la AP-7.