El coste que tienen que pagar los ciudadanos y empresas de las comarcas de la Safor, la Vall d'Albaida, la Costera, la Canal de Navarrés y el Valle de Ayora por la parálisis del Consorcio de Residuos (COR) que se encarga de gestionar las basuras de toda esa zona alcanzará los 12,5 millones de euros en este año 2018.

Es lo que acaba de revelar el COR en una respuesta dirigida a la Federación de Empresarios de la Safor, (FAES) que criticaba el incremento del coste de la gestión de las basuras en esta zona.

Según señala el COR en esa respuesta, la inexistencia de plantas de tratamiento y de vertederos para la basura que se genera en estas cinco comarcas ha llevado a la Generalitat a decretar una distribución de los residuos utilizando las instalaciones de otros consorcios, concretamente los de Ribera-Valldigna (planta de Guadassuar), Área Metropolitana de València (Manises) y Palancia-Belcaire (Algímia d'Alfara).

El trasiego diario de cientos de toneladas que se tienen que tratar a mucha distancia del lugar donde se generan es la principal causa de ese incremento económico que el COR cifra en esos 12,5 millones de euros para este 2018.

Así, y como en su día reveló este periódico, el recibo de la basura que el COR cobra en todos los municipios de la comarca (salvo los de la Valldigna) sufrirá una subida generalizada respecto al año anterior, pero a estas alturas todavía no se ha revelado cuál será el incremento concreto municipio a municipio porque eso depende de otras circunstancias, especialmente del índice de residuos que los ciudadanos reciclan vertiéndolos directamente en los tres contenedores del papel-cartón, plásticos-envases y vidrio.

El COR también señala que otro de los factores que motivan el encarecimiento del recibo es la mala conducta de quienes tiran en cualquier lugar los trastos, materiales y enseres que no sirven, generando vertederos ilegales a los que los ayuntamientos quieren poner coto. La forma de intentarlo son los nuevos ecoparques móviles que ya se están distribuyendo por todos los municipios para facilitar que las personas se deshagan de lo que ya no quieren y no tengan la tentación de abandonarlo en cualquier parte.

La puesta en marcha y la gestión de los ecoparques móviles tienen un elevado coste, pero, a cambio, los usuarios que los utilicen tendrán descuentos en el recibo de la basura.