El Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna ha hallado un resquicio legal para tratar de evitar que se puedan abrir gasolineras en zonas residenciales. Hace más de dos años que este consistorio está trabajando en esta cuestión, tanto en lo que respecta al Gobierno local de Compromís, como a la oposición, especialmente el PP, que lo ha reclamado en varias ocasiones.

En este tiempo, sobre todo desde el Ejecutivo, se mostraban muy cautos en cuanto a poner en marcha los trámites, puesto que, según la legislación, una administración local no tiene competencias para prohibir una instalación de este tipo. Por ello, se instó a los servicios jurídicos municipales a elaborar un informe al respecto.

El pasado lunes, el pleno municipal aprobaba, por unanimidad, iniciar el trámite para llevar a cabo una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para prohibir que se puedan abrir gasolineras a escasos metros de las viviendas.

El ayuntamiento se agarra a un párrafo que aparece en dicho informe. El texto deja claro que, como sospechaba el Gobierno local, el ayuntamiento no puede prohibir la instalación de gasolineras en el casco urbano de forma genérica, pero, y a eso es a lo que se encomienda ahora el consistorio, existe la posibilidad de hacerlo en «zonas puntuales concretas», en las que, prosigue «se pueda justificar motivadamente la excepción a la regla general prevista por la legislación vigente», como se recoge en el documento al que ha tenido acceso este periódico.

Este informe se dio a conocer en la comisión previa al último pleno municipal, que tuvo lugar el pasado lunes. Esto motivó que el PP, que anteriormente ya había presentado una moción pidiendo que se prohibiera la apertura de gasolineras en el casco urbano, volviera a llevar el texto a votación. En aquella ocasión no llegó a debatirse al entrar por la vía de urgencia y ser rechazado. Esta vez fue apoyado por la totalidad de los concejales del ayuntamiento.

Lógicamente, este trámite no implica que se vaya a llevar a cabo la modificación del PGOU en unos días ni semanas, ni siquiera en unos meses. El primer paso, según explicaba ayer a Levante-EMV el concejal de Urbanismo, Josep Llàcer, es el de volver a requerir a los servicios jurídicos. En esta ocasión deberá ser un informe más concreto en el que se indique cuáles son, a su entender, esas «zonas puntuales» donde sí se podría implantar la prohibición. Después de esto tendrá que redactarse la modificación, que deberá ser aprobada posteriormente por la Generalitat.

Con este trámite, Tavernes se suma al otro municipio de la comarca que tiene la intención de prohibir las gasolineras en el casco urbano, Oliva, que solo espera que el Consell dé luz verde a la modificación de su PGOU para que pueda ser efectivo.

Un caso en el juzgado

El asunto de las gasolineras arranca en Tavernes de la Valldigna hace ya dos años, cuando se conoció que una empresa había solicitado permiso para construir la primera gasolinera «low cost» en una nave que había alquilado en la entrada este de la localidad, a escasos metros de la rotonda de la fuente.

En principio recibió todas las licencias y empezó con los trámites pero cuando los vecinos de los dos edificios anexos a la nave supieron qué tipo de negocio se iba a instalar junto a sus casas se pusieron en pie de guerra contra el ayuntamiento, con una reunión incluida con el alcalde.

El gobierno dijo entonces que se trataba de un procedimiento reglado y que si un negocio pedía una licencia tenía que otorgarla por ley pero que buscaría «cualquier resquicio legal» para intentar pararlo. Finalmente, dos informes, uno de la Policía Local y otro de Carreteras de la Generalitat consiguieron paralizar el procedimiento. El empresario recurrió ante el contencioso administrativo, un procedimiento que sigue abierto actualmente. Hace unas semanas abría una gasolinera de este tipo en otro solar alejado de la zona residencial.