El Ayuntamiento de Gandia parece haber encontrado la fórmula para que el ocio y el descanso puedan convivir en la playa de Gandia. Se trata de hacer converger los intereses de aquellos que buscan pasarlo bien, salir a tomar unas copas o un helado, con los que prefieren quedarse en sus casas descansando, comiendo con la familia o viendo la televisión.

Así, el departamento de Urbanismo va a plantear una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para que todas aquellas actividades que resulten ruidosas y molestas para los vecinos puedan instalar barreras arquitectónicas en espacios al aire libre (terrazas por ejemplo) que impidan que el sonido llegue hasta las viviendas próximas.

Actualmente, la ley impide instalar paneles de madera, cristal, un muro de hormigón u otro tipo de materiales que supongan una modificación sustancial del espacio para que hagan las veces de barrera sonora y evitar que el ruido vaya más allá del establecimiento. De hecho, quien lo hiciera estaría incurriendo en una infracción urbanística y exponiéndose a una importante sanción.

Lo que se propone con esta medida es que el propio PGOU de Gandia ya incluya esa posibilidad y que los negocios puedan estudiar, bajo licencia municipal, disponer de este tipo de elementos que facilitarán la conciliación del ocio y el descanso.

Serán, según explicó el coordinador general de Urbanismo, Vicent Mascarell, permisos otorgados expresamente para cada local, que, a su vez, deberá presentar el pertinente informe de impacto ambiental y un estudio sonoro para conocer exactamente el tipo de material que necesita para acabar con los problemas.

La medida estará vinculada únicamente a actividades de ocio como las terrazas de hoteles, que durante el verano organizan pequeños espectáculos musicales para complementar su oferta, pubs, heladerías, bares y demás negocios. Mascarell deja claro que «no se podrán beneficiar de esta medida viviendas particulares».

De momento, el ayuntamiento quiere centrarse en la playa, que es donde se focaliza principalmente el problema del ruido de Gandia.

La iniciativa, que se pretende que sea consensuada con el sector, fue anunciada por la alcaldesa de Gandia, Diana Morant, durante el debate del estado de la ciudad, que tuvo lugar en el salón de plenos la tarde del pasado jueves. El objetivo es doble. Por una parte se pretende acabar con las molestias que muchos vecinos sufren desde hace años por no poder descansar tranquilamente en sus propias viviendas y, por otra, se considera que con este tipo de medidas pueden atraer nuevas actividades hoteleras o de hostelería.

«Este gobierno quiere manifestar su compromiso en cumplir la norma y evitar el ruido y també la sensibilidad para que siga la actividad de ocio, hotelera y hostelera. Con la ley en la mano estamos buscando fórmulas dentro de la ley», indicó Vicent Mascarell.

El responsable de Urbanismo recuerda que las leyes del ruido son estatales y autonómicas y resultan «muy restrictivas». De hecho recuerda que varias sentencias por denuncias vecinales han obligado a cerrar algunos locales de ocio en la playa y a poner multas. Mascarell cree que «en Gandia podemos convertirnos en pioneros en incorporar soluciones urbanísticas».