Antonio Vicente Vidal, maestro de obras del municipio de Gandia, el 1 de octubre de 1880, en cumplimiento de su deber, denunciaba al Sr. Alcalde Presidente del Ayuntamiento el estado ruinoso del Portal de San Luis, al cual, por haberle fallado el arco que le servía de sosten, podían desplomarse algunas de las piedras que le sirven de apoyo y ocasionar algunas desgracias personales, por lo que urgía se dieran las oportunas órdenes para el derribo del portal, mandando cerrarlo a fin de impedir el tránsito público por seguridad. Tal vez esta noticia fue el punto de arranque de una serie de demandas de los vecinos que se sucederían en este punto de la ciudad.

«Una reforma urgía en Gandia debido a la incomodidad, peligro y el aumento tanto del tráfico vial como del peatonal en la zona». Esta denuncia procedía del semanario El Litoral que, el 7 de agosto de 1881, sacaba a relucir las vergüenzas de una casa ruinosa y otras tres que hacían que una de las calles que podía ser espaciosa, presentara una fea encrucijada, exponiendo todos los días a los transeúntes a percances, ya que era una de las calles más transitadas de la ciudad.

Para ello El Litoral demandaba el que se expropiaran dichas casas a sus propietarios, pagándoles una justa indemnización que no sería de gran dispendio, consiguiendo una mejora que toda la ciudad agradecería y que tanto tiempo los vecinos llevaban esperando.

Se trataba de unas pequeñas casas adosadas junto al viejo portal de San Luis, al final de la calle de San Pascual, vertiente al Prado de Valencia (actual avenida de Alicante), y que daba entrada a la ciudad de todos los campesinos que, procedentes de tierras de labor extramuros de la ciudad, regresaban a sus hogares por la senda d'Emblanch, hoy desaparecida y cuya traza primitiva corresponde a la actual calle del Magistrado Catalá.

En la imagen, de 1896, aspecto que presentaba ese lugar, con el campanario de la Colegiata sobresaliendo sobre las casas, poco después de que fuera derribado el Portal de San Luis. La vivienda es el actual comercio de Casa Peralta.